Las fusiones vuelven a animar el panorama empresarial
La última semana de septiembre y el mes de octubre ha sido el periodo más activo en fusiones y adquisiciones, comparable a alguna de las épocas anteriores a la crisis de los mercados. El epicentro de casi toda esta actividad ha estado en EE UU. Cinco de las ocho grandes operaciones de este año se han terminado de concretar y anunciar en estas fechas, empezando con la compra de Fleetboston por Bank of America. De hecho, el 27 de octubre fue el día en el que más fusiones multimillonarias se registraron desde febrero de 2000, según Thomson Financial.
¿Vuelve la actividad tras varios años en barbecho? Los analistas son cautos, pero apuestan por la mejora. La previsión de Thomson es que este año se cierre con anuncios de fusiones y compras por valor de 500.000 millones de dólares. La cifra está lejos de los 1,4 billones de dólares en transacciones anunciados en 2000, pero desde luego representa una mejoría y un claro cambio de tendencia respecto a los 432.000 millones de 2002. Todo ello es posible porque hay una mayor confianza en la economía y el mercado se va normalizando. La consigna es que el oso, que caracteriza a la Bolsa en tiempos de calma, se prepara para hibernar.
Y es que, hasta ahora, la crisis ha forzado a que las empresas se centraran en recortar su deuda y costes, vigilar el valor en el mercado, mejorar la productividad y, sobre todo, no había dinero para estas operaciones. Así, los analistas previeron, cuando se anunció la fusión de Bank of America y Fleetboston, que el largo lapso acababa, ya que las empresas sólo podrán crecer así en muchos sectores.
En 2002 los acuerdos se valoraron en 432.000 millones
El 64% de las fusiones entre 1985 y 2000 destruyeron valor del accionista
En el caso de Bank of America, con la absorción del banco de Boston se amplía la cobertura regional de la entidad y el negocio al por menor. En la fragmentada y regional banca estadounidense se esperan mas operaciones de este tipo.
En otros sectores, como farmacia, se espera que haya muchas más fusiones, especialmente en el campo de los genéricos y biotecnología, que necesitan estructuras mas fuertes para investigar y llevar al mercado sus productos. Y la misma perspectiva tiene el universo tecnológico, donde los ejecutivos hablan de una mayor consolidación y donde ya ha habido movimientos en este sentido.
Hay casos en que estas operaciones son defensivas, que es lo ocurrido con las aseguradoras médicas y las tabacaleras en EE UU, que tratan de hacer frente a una mayor competencia y mejorar las economías de escala en un mercado competitivo o caro.
No obstante, la mayor parte de los bancos de inversión que se benefician de estas operaciones no han hecho valoraciones sobre el cambio de tendencia. En Goldman Sachs se advierte que puede cambiar la percepción psicológica, pero no la tendencia de forma notable.
Mientras los analistas deciden si lo sucedido el mes pasado es sólo un déjà vu, no todos ven la ventaja de que el proceso de las grandes fusiones se ponga en marcha. Según un estudio de Boston Consulting, de 277 transacciones examinadas desde 1985 hasta 2000, el 64% terminaron destruyendo valor para el accionistas, y eso que en ese periodo no se incluye la creación de AOL Time Warner.
Una alta factura para el empleo
Charles Gifford , presidente de Fleetboston, trató de calmar a los empleados tras anunciar la fusión con Bank of America. La complementariedad regional permitirá que la entidad mantenga el empleo. El discurso en este sentido está justificado porque las fusiones y adquisiciones en los noventa han sido responsables de la pérdida de uno de cada ocho despidos. Así lo dicen los datos que maneja la consultora especializada en recursos humanos Challenger, Gray & Christmas con relación al impacto que estas operaciones han tenido en las plantillas hasta ahora.Respecto al futuro, la consultora asegura que los recortes de empleo 'podrían sufrir una rápida escalada de casi un 12% si se produce una nueva fusiónmanía', como así lo esperan muchos sectores en Wall Street y la propia consultora, que señala a la banca y la tecnología como los sectores que se pueden ver afectados.El problema es que así no se haría más que profundizar en la asignatura pendiente de una recuperación económica en la que no ha conseguido dar el empuje necesario a la creación de empleo. La tasa de paro en EE UU es del 6,1%.