Terra vislumbra la rentabilidad operativa tras dos años de retrasos
Está claro que, pese a la frase hecha, en el caso de Terra Lycos es a la quinta cuando va la vencida. æpermil;ste es el número de previsiones de entrada en rentabilidad operativa que la compañía ha presentado al mercado en sus cuatro años de años de vida bursátil; todas ellas, menos la última, incumplidas. La expectativa de un Ebitda positivo se produce, además, cuando nadie lo esperaba. La referencia más reciente fue la realizada por el presidente, Joaquim Agut, en la última junta, y allí el ejecutivo emplazó la consecución de números negros operativos a 2004 como primer año completo. Podría haber, añadió, algún momento puntual durante este año en que se consiguiera Ebitda positivo, pero la posibilidad era tan remota que no se concretó fecha alguna.
Pero el momento ha llegado. Terra aprovechó la presentación de sus resultados del tercer trimestre para avisar de que logrará Ebitda positivo en el cuarto. El anuncio es todo un hito, porque será la primera vez en la historia, pero llega con dos años de retraso sobre las previsiones de la filial de Telefónica.
La entrada en rentabilidad se produce en un contexto de ingresos a la baja, así que los gestores de Terra han puesto todo su empeño en un drástico plan de ahorro de costes que será el que lleve a la compañía a los números negros. Porque de las ventas poco se puede esperar, sobre todo después de ocho trimestres consecutivos de recorte de la facturación.
Terra se aferra al recorte de costes tras ocho trimestres de caída de ventas
La caída de las divisas latinoamericanas y la debilidad del dólar han sido, otra vez, las principales responsables del descenso. Pero también Bertelsmann ha puesto su granito de arena. Por mucho que Terra y su matriz defiendan la renegociación del acuerdo, lo cierto es que Bertelsmann contribuía a la facturación en mayor medida que Telefónica.
El tercer trimestre tampoco ha sido una excepción en la tendencia a la baja de la representatividad de Estados Unidos y de Lycos. Los ingresos se desploman en euros por la debilidad del dólar, pero incluso en moneda constante el recorte de la facturación procedente del país americano es del 43%.
Las malas noticias, sin embargo, se quedan ahí. Es cierto que los ingresos caen, pero la caída del tercer trimestre -del 5,8%- es la menor desde que se inició la crisis. A ello se han unido los efectos del control de costes -si la facturación acumulada en los nueve primeros meses se reduce un 16,4%, los gastos lo hacen en un 28,7%- para provocar una rebaja del 62,7% en el Ebitda negativo. Hasta septiembre, los números rojos ascienden a 37 millones, de los que 11 millones corresponden al tercer trimestre.
El impacto en las pérdidas netas ha sido algo menor, aunque igualmente cuantioso. El déficit se reduce un 58,8%.
Estas cifras demuestran que Telefónica eligió un buen momento para lanzar la opa. Justo al inicio de la recuperación y cuando la expectativa de entrar en rentabilidad está más cerca. Para Terra, sin embargo, los resultados del aumento de participación no resultan apreciables, al menos este trimestre.
El cuarto trimestre se perfila muy tranquilo para la compañía. No sólo obtendrá Ebitda positivo sino que, también por primera vez, cumplirá con las previsiones anuales de ventas. Terra está sólo a tiro de un centenar de millones para alcanzar la parte baja de la banda (570 millones), pero el nuevo reto es llegar a la alta (620), anunció ayer Agut. Eso sí, a tipos de cambio constantes, porque con el impacto de las divisas tendría que ingresar un mínimo de 180 millones para cumplir su promesa.