Jodorkovsky abandona la dirección de la petrolera rusa
La dimisión de Jodorkovsky se produce apenas unos días después de que el Kremlin decidiera intervenir la compañía y congelar una participación del 44% de Jodorkovsky y sus socios para evitar que el empresario pudiera realizar algún movimiento con las acciones. El hasta ahora cabeza de Yukos controla un 26% de la compañía.
Los inversores acogieron con optimismo la renuncia de Jodorkovsky y los títulos de Yukos, recientemente fusionada con Sibneft, se anotaron un avance del 12,95% en la Bolsa RTS de Moscú. Los expertos destacaban que la decisión de Jodorkovsky supone un intento de separar el acoso al empresario de la actividad de la petrolera. Con todo, la cotización continúa un 10% por debajo del nivel previo a la detención del magnate.
Jodorkovsky, que espera en prisión juicio por las acusaciones de evasión de impuestos y fraude, manifestó a través de un comunicado que, 'como líder de Yukos, debo realizar el mayor esfuerzo para sacar a la compañía de los ataques, que se han dirigido directamente contra mí y contra mis compañeros'.
Desde diversos medios se ha visto en la detención de Jodorkovsky un intento del Ejecutivo de Vladimir Putin por poner fin a las aspiraciones políticas del empresario, ante las elecciones a la Duma que se celebrarán en diciembre y las presidenciales el año que viene. Jodorkovsky ha financiado partidos políticos rivales del actual presidente.
A partir de ahora, el magnate trabajará para la fundación Rusia Abierta, dedicada a proyectos educativos y sociales.
El arresto de Jodorkovsky ha incrementado el nerviosismo de los inversores sobre la estabilidad y transparencia del marco político e institucional de Rusia. El también accionista de Yukos, Platon Lebedev, se encuentra en prisión acusado de cargos similares a los de Jodorkovsky y los empresarios de la comunicación Vladimir Gusinsky y Boris Berezovsky, también opositores al Gobierno de Putin, están exiliados para eludir la justicia. La Bolsa perdió un 17% en los cuatro días siguientes al arresto del magnate, aunque todavía gana un 50% en el año.
El hasta ahora cabeza de Yukos mostró su confianza en que 'el equipo extremadamente profesional de directivos con experiencia, con el apoyo del consejo, llevarán a cabo con éxito la tarea de globalizar el negocio de Yukos Sibneft'.
Voces discrepantes en el Kremlin
La crisis desatada tras la detención de Jodorkovsky y posterior embargo de acciones de la empresa ha generado posiciones enfrentadas entre los miembros del Gobierno de Moscú. A finales de la semana pasada, el presidente Putin destituyó al jefe de su Administración, Alexander Voloshin, quien no había ocultado su oposición al acoso judicial contra Yukos desde julio pasado. Su sucesor, Dimitri Medvedev, ha cuestionado la decisión de la fiscalía de congelar la participación en la empresa y alertó de las 'consecuencias' sobre la economía. Por su parte, el primer ministro, Mikhail Kasyanov, dijo estar 'muy preocupado' por lo sucedido. En el otro lado se sitúa la línea dura del Gobierno, que incluso ha planteado la nacionalización de la compañía rusa, privatizada en los años noventa.Putin viaja esta semana a Roma para participar en la Cumbre Unión Europea-Rusia. Aunque oficialmente se ha considerado la detención un asunto interno, algunas fuentes consideran que la crisis provocada tras el arresto estará presente en el encuentro.
Relevo
La sustitución de Jodorkovksy como primer ejecutivo de la compañía rusa no se hizo esperar. Según la agencia Reuters, el hasta ahora presidente de la petrolera, Simon Kukes, tomará el mando de Yukos. La Bolsa reaccionó con un alza del 12,95% a la dimisión.