La demanda de energía requerirá 14 billones en inversiones hasta 2030, según la AIE
En su informe Perspectivas sobre la inversión mundial en energía de la AIE, con proyecciones para 2030 basadas en un aumento medio de la demanda energética del 1,7%, ésta considera que los recursos mundiales bastan para satisfacerla, pero que movilizar la inversión exige reglas de liberalización claras, estables y que permitan una rentabilidad al menos comparable a la de otros sectores.
"No es evidente que la inversión irá donde se quiera y cuando se quiera", advirtió el director general de la AIE, Claude Mandil, quien recordó "el subdesarrollo de los mercados financieros" en las naciones pobres, y comentó que "la incertidumbre sobre las reglas de liberalización pueden desanimar a los inversores".
Más de 7 billones de euros se necesitarán para sustituir o mantener las capacidades energéticas actuales, y el resto para incrementarlas. China por sí sola supondrá en las tres próximas décadas el 14% de las necesidades de inversión en infraestructuras energéticas, una proporción similar al resto de Asia.
Por tipos de energías, la electricidad absorberá el 60% del total necesario, mientras que el petróleo supondrá el 19%, una cifra similar a la del gas, mientras que el carbón representará el 2%. En el caso de la electricidad, la mayor parte del dinero (el 54%) tendrá que ir al transporte y la distribución -frente al 46% a la producción-, por lo que se planteará de forma acuciante la rentabilidad de estas actividades.
Pese a toda esa inversión prevista, la AIE calcula que en el 2030, y siempre si se llevan a cabo las políticas decididas en la actualidad, 1.400 millones de personas seguirán sin tener un acceso básico a la electricidad, apenas 200 millones menos que ahora.
Directiva
Paralelamente, la comisaria europea de Transportes y Energía, Loyola de Palacio, anunciaba que el mes próximo presentará el proyecto de la tercera directiva sobre el mercado eléctrico que obligará a que cada Estado dé a conocer sus proyecciones a 5-10 años sobre las necesidades de infraestructuras que permitan elaborar un plan europeo.
"Europa debería empezar a construir centrales de producción con carácter urgente" porque, de seguir así, ha dicho, "habrá problemas en 4, 5 o 6 años" . La comisaria reconoció que, al menos de momento, esa declaración no implicará obligaciones jurídicas, e insistió en que los tratados establecen que los proyectos dependen de los Estados. En cualquier caso, instó a Francia a trabajar en el desarrollo de las interconexiones eléctricas con los países vecinos y aludió a los prolongados plazos del procedimiento y a la necesidad de salvar la resistencia local a los que no atienden al interés general.
Interconexión
La ministra francesa de Industria, Nicole Fontaine, que comparecía junto a De Palacio, coincidió en la necesidad de reforzar las redes de interconexión, que en algunos casos supone la confrontación de intereses locales con los generales, pero insistió en que las nuevas reglas europeas deben garantizar la seguridad de aprovisionamiento.
De Palacio descartó la creación de una autoridad europea de regulación del mercado, por considerar que la Comisión ya ejerce esa función, pero reconoció que hay que aumentar la coordinación entre las autoridades nacionales. La comisaria aseguró que los problemas del sistema eléctrico como los apagones en Italia no se deben a la liberalización, sino que subrayan precisamente la necesidad de culminar la constitución de ese mercado europeo.