Estalla la burbuja de Tafisa con un desplome del 50%
Los malos augurios se han cumplido. Las advertencias sobre los posibles descensos que podría sufrir el valor que hizo Tafisa cuando su acción comenzó a revalorizarse a gran ritmo a mediados de septiembre se han consumado. Ayer los títulos de la compañía cayeron un 50%, hasta 2,41 euros.
Tafisa multiplicó su precio por 10 en una burbuja especulativa que duró un mes y que haría palidecer a la Terra de sus mejores tiempos. Tocó techo el día 24 de octubre, y a partir de ahí ha perdido cerca del 10% cada día, máximo permitido en el sistema de contratación fixing. Ayer volvió a cotizar en el continuo, donde apuró a la baja el límite de cotización, y marcó en un día una caída que era cuestión de tiempo.
La admisión a cotización de las nuevas acciones de Tafisa, procedentes de la ampliación de capital, permitió su entrada en el continuo. Además, la avalancha de nuevo papel ahogó la cotización.
Las órdenes de venta estrangularon el valor, que sólo pudo cotizar en la subasta
No en vano, tan sólo pudo cotizar en la subasta en el día en el que estaba previsto que la cotización abandonara el sistema fixing para empezar a cotizar en el mercado continuo una vez emitidos los nuevos títulos procedentes de la ampliación de 14 nuevas por cada una antigua. Las órdenes de venta se sucedieron hasta el punto de que llegaron a superar en 700 veces a las de compra.
La entrada en el continuo ha permitido que muchos minoritarios hayan aprovechado la oportunidad de hacer caja tras las revalorizaciones registradas por la acción desde que comenzara la ampliación de capital el pasado 19 de septiembre. Quien ya se ha beneficiado es la propia empresa, que comenzó a vender autocartera el pasado 23 de octubre aprovechado los precios estratosféricos, que hicieron que Tafisa valiese en Bolsa más que Indra o Mapfre. En los últimos años, la compañía había ido adquiriendo acciones propias hasta sumar 1,149 millones de títulos en agosto de 2003, según la información recogida en el folleto de la ampliación de capital.
Todo empezó tras la ampliación de capital llevada a cabo por la sociedad, participada en un 95% por la portuguesa Sonae, entre el 19 de septiembre y el 3 de octubre. Las acciones de la empresa fabricante de tableros de madera prensada se revalorizaron más de un 1.000%, alcanzando una valoración equivalente a la de empresas del Ibex como Iberia.
La ampliación, que tenía como objetivo teórico restablecer el equilibrio patrimonial de la compañía, ya que ésta se encontraba en quiebra técnica, suponía colocar en el mercado 416,8 millones de acciones, que fueron las que ayer se estrenaron. Y ha sido el inicio de la cotización de estas nuevas acciones el que ha provocado el colapso del valor.
Los expertos ya advirtieron de esta reacción. En Ibersecurities alertaron de la fuerte corrección del valor en el inicio de cotización de las nuevas acciones. Entre las razones que esgrimían estaba que 'mientras la matriz, Sonae, no venda su posición, existe un fuerte incentivo para que aproximadamente el 4% de los accionistas vendan sus acciones, ya que, incluso en la eventualidad de que Sonae lance una opa de exclusión (que es por lo que el mercado parece que apuesta), los precios actuales son superiores al precio de referencia mínimo para su lanzamiento que es la media de los últimos seis meses'. Con todo, muchos piensan que la acción todavía tiene recorrido a la baja.