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Tribuna
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¿Se pasa de moda la deflación?

En julio pasado, The Economist publicó que el índice D-word, que mide el número de apariciones del término deflación en los periódicos Financial Times y The Wall Street Journal, alcanzó en la primera parte del año su nivel más alto desde la década de 1930. Por entonces, nosotros argumentamos que el D-word podría caer a finales de año, ya que era probable que la economía mundial y la de EE UU en particular podrían recuperarse. En efecto, la discusión sobre deflación parece que ha pasado completamente de moda.

La deflación es más que una caída del nivel general de precios. Si la caída se debe a que los bienes y servicios pueden ser producidos a un precio más barato, entonces la deflación no representa dificultad alguna. Pero cuando la deflación es debida a exceso de capacidad, forzando los precios a la baja y causando que los ingresos caigan, entonces sí hay un gran problema, ya que nominalmente la deuda crece en términos reales.

La mejor defensa contra la deflación es el crecimiento. Si la economía crece, los ingresos aumentan, incluso si los precios caen. Esto explica por qué el interés que suscitó la deflación se ha desvanecido. El crecimiento económico se ha fortalecido.

Sin embargo, todavía hay fuerzas desinflacionistas incontroladas la Fed volvió a advertir anteayer sobre el riesgo de que la inflación se sitúe en niveles demasiado bajos. En EE UU, la inflación ha caído al 1,2% en tasa interanual, la más baja en más de 35 años. Además, si nos basamos en una relativamente nueva forma de medir la inflación, el llamado 'índice de precios en cadena' (que tiene en cuenta los cambios en la conducta de los consumidores cuando los precios cambian), la inflación de EE UU, excluyendo alimentación y energía, ha caído hasta sólo un 0,7%.

Esto ha sucedido a pesar de la debilidad del dólar y del ascenso de los precios de las materias primas. El poder de negociación de los precios por parte de los proveedores está todavía claramente ausente, confirmando la continuada existencia de un exceso de capacidad. En la zona euro, la inflación ha caído al 1,8%.

El exceso de capacidad continuará siendo un problema, amenazando con provocar nuevos temores a una deflación, si el crecimiento económico permanece por debajo de la tendencia. En el segundo trimestre la economía norteamericana creció a una tasa del 3,3%, más o menos en línea con la tendencia, y se espera que crezca más en el tercer trimestre. Sin embargo, la economía de la zona euro apenas ha crecido en mucho tiempo, aunque algunos apuntan signos de recuperación.

Si el crecimiento económico de EE UU puede mantenerse por encima de la tendencia durante varios trimestres, la amenaza de deflación se mitigará, pero ahora es para cantar victoria. Las economías no caen en deflación de la noche a la mañana, es un proceso lento y gradual y lo mismo ocurre con la vuelta a niveles de inflación normales, también es un proceso lento y gradual.

Pero, si como nosotros esperamos, la economía norteamericana se desacelera a finales de este año y durante 2004, volveremos a ver el índice D-word subir de nuevo.

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