Greenspan da vía libre a las Bolsas al rechazar una subida de tipos a corto plazo

El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, cumplió con el guión y mantuvo los tipos de interés en el 1%. El anuncio de ja vía libre a Wall Street al descartar movimientos a corto plazo en los tipos, librando al mercado de esa preocupación. Aunque el movimiento estaba descontado por los inversores, éstos aprovecharon para acelerar sus compras. El índice industrial registró la mayor subida porcentual desde mayo y cerró en 1.932 puntos. El S&P 500 ganó un 1,51% y el Dow, un 1,47%.

La reacción inicial en los parqués neoyorquinos fue de un tibio avance que fue corregido casi de inmediato. Después, la Bolsa comenzó una fuerte ascensión. El mercado de bonos tambi´´en se vivieron grandes fluctuaciones. El rendimiento del título con vencimiento a 10 años, el índice de referencia, bajó vertiginosamente del 4,3 al 4,19%.

La sucesión de buenos indicadores económicos había permitido al mercado anticipar que la Reserva Federal iba a emitir un dictamen optimista de la situación. Otros dos indicadores apuntalaron ayer la percepción general de que el crecimiento económico de EE UU se está acelerando. El índice de confianza elaborado por el instituto Conference Board subió en octubre a 81,1 puntos desde los 77 de septiembre. Las peticiones de bienes duraderos aumentaron un 0,8% en septiembre, tras la caída del 0,9% en agosto.

Así, las compras predominaron desde el principio en Wall Street. A los datos macroeconómicos se añadieron los ecos de la adquisición de Fleetboston por Bank of America y del anuncio de RJ Reynolds Tobacco de que comprará la división estadounidense de British American Tobacco por 3.000 millones de dólares. La tabacalera estadounidense avanzó un 12,97%.

Los valores tecnológicos encabezaron buena parte de las ganancias. Cisco ganó un 4,82%, aunque está por debajo de los 21 dólares de la semana pasada. Intel avanzó un 3,32% y Microsoft, un 0,45%. El optimismo se extendió después de que Taiwan Semiconductor Manufacturing, una de las firmas líderes, anunciara que espera un incremento del 20% en la actividad del sector durante 2004.

La Fed se aferra a la combinación de optimismo y política expansiva

La visión optimista de Greenspan sobre la economía estadounidense amenaza con convertirse en un elemento fijo del paisaje financiero. La Reserva Federal lleva percibiendo desde hace meses 'un sostenido crecimiento de la productividad' y la evidencia de que 'el gasto se mantiene firme'. Por debajo de esos grandes titulares continúa una política de tipos de interés al 1%, los más bajos en 41 años. En palabras de la Fed, la 'política acomodaticia se mantendrá durante un periodo considerable', exactamente igual que en las reuniones de los últimos tres meses.Cómo se compatibiliza este diagnóstico positivo con el mantenimiento de un precio del dinero en niveles asombrosamente bajos es algo que el considerado 'infalible' Greenspan aún no ha explicado. Son reveladores los datos del índice de utilización de la capacidad industrial estadounidense, que están en el 74,8%, siete puntos por debajo del promedio histórico.

Reacciones en divisas y renta fija

El dólar prosigue su lento avance contra el euroLa moneda estadounidense cayó frente al euro en los primeros instantes del anuncio de la Fed, pero las aguas regresaron a su cauce poco después y el euro regresó al nivel de los 1,168 dólares.La percepción creciente es que la economía de EE UU mejora cada día. El dólar registra así cuatro sesiones consecutivas de ganancias frente a la moneda única. La trayectoria debe contribuir a atenuar las pérdidas acumuladas, que suman un 12,7% en lo que va de año.La rentabilidad del bono baja al 4,19%El rendimiento del bono estadounidense de referencia, con vencimiento a 10 años, bajó ayer del 4,3% al 4,19%, gracias a un discurso en el que Greenspan aludió a la deflación como riesgo para la economía y descartó implícitamente subidas de los tipos de referencia. Los bonos habían repuntado ante los indicios de mejora económica en las últimas semanas. De hecho, antes de la reunión de la Reserva Federal el tipo del bono ya evolucionaba a la baja.