Lo que se juegan las empresas españolas en Argentina
A la lenta e irregular recuperación económica de América Latina, con la que las empresas y bancos españoles con intereses en el área comenzaban a respirar, le han surgido nuevos nubarrones.
A la lenta e irregular recuperación económica de América Latina, con la que las empresas y bancos españoles con intereses en el área comenzaban a respirar, le han surgido nuevos nubarrones. Al menos para las compañías que dependen de las tarifas en Argentina, el país donde más presencia tienen las empresas españolas y donde se encrespa el enfrentamiento con el Ejecutivo de Néstor Kirchner. Las tarifas, congeladas y pesificadas desde 2002, no permiten inversiones, afirman. Y el Gobierno argentino responde con un claro aviso: si el concesionario no cumple con sus obligaciones, el Estado garantizará la prestación de servicios públicos.
Jordi Falguera, de Gaesco Bolsa, afirma que 'se trata de un pulso que tiene una salida evidente si empresas y Gobierno se sientan a negociar y todos ceden'. Pero 'la postura de Kirchner está a años luz de lo que piden las compañías', según David Martínez, de Analistas Financieros Internacionales (AFI).
Endesa es una de las compañías afectadas. El incremento de la tarifas eléctricas en Argentina se ha convertido en el tema más conflictivo que tiene en la actualidad en América Latina. La empresa ha anunciado al Ejecutivo de Buenos Aires que el grupo no podrá invertir si no autoriza las subidas tarifarias. Y la advertencia se produce en un contexto en el que la red de transporte está al límite de sus posibilidades y en el que no se proyecta ningún nuevo proyecto de generación desde 1998. Con lo cual, las previsiones apuntan a que los apagones que se ya están produciendo se multiplicarían en el futuro. El consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, en una reunión con analistas celebrada esta semana, manifestó que 'sin presionar a nadie' es preciso incrementar las tarifas. 'Es una necesidad para la compañía y para el país', reiteró.
Pero Kirchner no admite esos argumentos y acusa a diversas empresas de utilizar los servicios públicos de los que son titulares para presionar a su Gobierno. Además, el mandatario, que ha reaccionado con imposición de multas a diversas compañías, considera que los problemas de suministro sólo esconden falta de inversiones.
Repsol, menos afectada por las tarifas, ya mantuvo junto a otras petroleras largas y complejas negociaciones con Ejecutivos anteriores. Ahora considera que allí ha remontado lo peor de la crisis. 'Las mejoras son sustanciales y evidentes', se señala. Y el grupo confía en que si se mantiene como es previsible la recuperación económica, el grupo seguirá por la misma senda.
La petrolera ha pasado de las fuertes provisiones del último trimestre de 2001, de más de 1.288 millones de euros contra beneficios, a la recuperación de parte de las provisiones. El saneamiento se ha realizado de forma que ya no tiene activos en pesos y todos están dolarizados.
Con esta evolución, YPF aprobó en abril el reparto de un dividendo de cinco pesos por acción, lo que supone un importe bruto total de 680 millones de dólares. El pago total con cargo a 2002 ascendió a 1.122 millones. Pero la petrolera tiene un contencioso similar al de las tarifas por el precio, también pesificado, que se paga a los productores de gas. Una circunstancia que impide rentabilizar las inversiones, mientras que el consumo de gas sigue creciendo y hay que asegurar su cobertura.
No obstante, los analistas recuerdan como activo a favor de Kirchner su pasado como gobernador de Santa Cruz, una de las provincias petroleras, por el conocimiento que le ha dado del 'funcionamiento de esa industria'.
En una línea similar a Repsol se manifiesta Gas Natural, pese a estar afectada por la política tarifaria. No obstante, el aumento del resultado operativo en el primer semestre se debió a las menores provisiones y amortizaciones, aunque cayeron los ingresos y el resultado bruto de explotación.
Y el presidente de Telefónica, César Alierta, se ha referido insistentemente a la necesidad de 'un marco regulatorio predecible y estable' en aquel país, aunque siempre ha insistido en que el compromiso con la región es a largo plazo. Es una de las muchas empresas extranjeras y españolas (entre ellas también Gas Natural o Aguas de Barcelona) que han presentado ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones, del Banco Mundial, una denuncia contra Argentina por incumplir los contratos.
El peso
El impacto de la devaluación del peso y la pesificación de las tarifas provocada por la Ley de Emergencia restó 723,7 millones de euros en el conjunto de 2001 y 2002 a la cuenta de pérdidas y ganancias de la compañía -354,7 millones en 2002-, aunque la progresiva apreciación del peso está permitiendo aminorar este efecto. Pese a la disputa con Kirchner, la operadora parece dispuesta a seguir apostando por el país e incluso ha sacado del cajón algún proyecto de inversión para renovar la red. Lógicamente, su materialización está condicionada al desenlace del conflicto tarifario.
Otra de las empresas implicadas en el tira y afloja es Aguas de Barcelona, presente en el país en el sector de agua y saneamiento a través de sus filiales Aguas Argentinas, Aguas Provinciales de Santa Fé y Aguas Cordobesas. La interrupción el domingo del servicio de agua durante ocho horas a barrios del norte de Buenos Aires le ha costado la máxima sanción prevista (400.000 euros).
Agbar hizo un enorme esfuerzo de saneamiento y redujo a cero todas las obligaciones en Argentina, tanto las derivadas por préstamos como por avales. Entre los ejercicios 2001 y 2002 provisionó todos los riesgos potenciales de sus filiales, por un importe de 195,7 millones de euros, canceló todos los fondos de comercio y descontó también los efectos de la devaluación. La intención con este esfuerzo de saneamiento ha sido volver al punto de partida, no sólo por razones de transparencia en la contabilidad, sino porque los responsables de la compañía creen firmemente que la situación puede remontar. Esperan cifras positivas en Argentina e incluso recuperar algún saneamiento, pero reconocen, su frustración por los desafíos constantes de Kirchner.
Algunas empresas tienen puesta su esperanza en que la cumbre Iberoamericana, que se celebrará en La Paz (Bolivia) los días 14 y 15 de diciembre, sirva para rebajar el tono de la tensión.