La industria de EE UU intercambia polución en la Bolsa de Chicago
22 organizaciones convienen reducir sus emanaciones de seis gases Algunas compañías líderes de Estados Unidos se han situado al margen de la política del Gobierno Bush mediante su participación voluntaria en el nuevo mercado de intercambio de derechos de emisiones contaminantes de la Bolsa de Chicago. Un total de 22 corporaciones se han comprometido a reducir un 1% anual sus emisiones de C02 hasta 2006.
Mientras los países miembros de la Unión Europea debaten cómo asignar racionalmente entre las industrias los créditos de emisión del CO2 a fin de organizar un mercado común para la compraventa de los derechos de emisión, en Chicago ya cotizan este gas y los otros cinco a los que se atribuye el cambio climático como una materia prima más. Aunque hay que precisar que, para facilitar las operaciones, las emisiones de otros gases se convierten en toneladas equivalentes de CO2.
La industria global con fuerte actividad en Estados Unidos se ha organizado para reducir sus emisiones gaseosas contaminantes un 4% para 2006 sobre sus registros del periodo 1998-2001. Un compromiso que han adquirido 22 organizaciones, a pesar de que Washington no ha ratificado el Protocolo de Kioto y, por tanto, no sienten la misma presión que en Europa para hacerlo.
Entre las organizaciones públicas intervinientes destaca el Ayuntamiento de Chicago y entre las privadas, el grupo siderúrgico Alcoa, la química Dupont, las papeleras Stora Enso e International Paper, la farmacéutica Baxter, la automovilística Ford, la eléctrica American Electric Power o los fabricantes de semiconductores Motorola y STMicroelectronics.
Richard Sandor, presidente de este mercado, que se ha bautizado como la Bolsa del Clima de Chicago, afirma que estas empresas 'han dado una enorme lección de liderazgo'. Sandor asegura que otras 53 compañías han mostrado su interés por participar en la Bolsa del Clima.
Sandor es toda una celebridad en la Bolsa de Chicago. En 1972, siendo profesor de la Universidad de California, abogó por la creación de instrumentos financieros para cubrir el riesgo por los estragos que los huracanes y otros desastres naturales ocasionan a las compañías.
Una idea que es la base de un mercado mundial de derivados valorado en 16.000 millones de dólares (14.000 millones de euros). De ahí que el Ejecutivo estadounidense no ignorara, después de su recomendación, asignar a las industrias afectadas por la ley contra la contaminación (Clean Air Act) créditos de emisión de CO2. Así, las empresas que redujeran sus emanaciones podrían ver el beneficio económico derivado del comercio de sus derechos de emisión.
Comprar C02 en Europa sale mucho más caro que en Estados Unidos
La directiva europea de comercio de derechos de emisiones contaminantes prevé que este mercado arranque sin dilación en 2005. Los expertos convienen en que el precio de partida de la tonelada de CO2 superaría los 22 euros. En la Bolsa de Londres, este gas se ha depreciado desde los 7,27 euros de la primera subasta el año pasado a unos 4,6 euros. La falta de presión legislativa en EE UU se apreció en la primera subasta en la Bolsa de Chicago, donde se intercambiaron 100.000 toneladas a 98 centavos la tonelada (0,84 euros).