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Europa

Los ejecutivos españoles, reacios a emprender negocios en la nueva Europa

El retraso es una realidad, dicen los expertos. La mirada sigue puesta en Suramérica. Algunos empresarios y directivos españoles temen el nuevo reto que supone la incorporación de diez nuevos países a la UE. El idioma es una barrera. Lo debatieron directivos y profesores del IESE este fin de semana en Londres.

Vamos con retraso, pero es el momento de dar el aldabonazo y no perder la oportunidad de negocio que ofrece la ampliación de la Unión Europea. A los empresarios y ejecutivos españoles no les quedará otro remedio que poner su mirada en la decena de países que se incorporan al grupo de los Quince en mayo de 2004. A esta conclusión llegaron los participantes en la reunión de antiguos alumnos del IESE, celebrada el fin de semana en Londres, que acogió a más de 800 directivos de todo el mundo.

'No podemos perder este tren en Europa', señaló el profesor de Economía del IESE Jordi Gual, que lanzó una critica a la iniciativa empresarial de los españoles. 'En estos momentos, nuestra presencia está por debajo de lo deseable y las distancias no deben ser excusas. Nuestra exportación e inversión es inferior al nivel del PIB', argumentó Gual, que destacó el enorme potencial de negocio que tienen algunos países como Polonia o Rumania, donde ya está implantada alguna empresa española del sector del plástico.

El director general del IESE, Jordi Canals, destacó el avance y la sensibilidad que existe, en estos momentos, ante la apertura de nuevos mercados en los países del Este en relación con hace un año. Y añade como segundo factor el hecho de que las empresas españolas, que en los años noventa miraban hacia América Latina, ahora están preocupadas por la concentración de riesgos de sus inversiones en estos países. 'Europa del Este no presenta las mismas oportunidades que América Latina porque se trata de países más pequeños, que ya han tenido una primera ronda de inversiones extranjeras. Las grandes inversiones procederán más que de grandes compañías de medianas empresas', matizó Canals, que criticó a las Administraciones públicas, 'que han prestado poca atención a este tema' y han descuidado realizar una campaña de sensibilización ciudadana sobre la incorporación de nuevos países a la UE.

Según el presidente de Mediaplanning Group y presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del IESE, José Martínez-Rovira, el empresariado español, por formación y capacidad, está preparado para aceptar el reto de la ampliación de la Unión Europea. Ahora le falta decidirse. 'Los empresarios españoles están asustados en cuanto a la competencia que supone la mano de obra barata que ofrecen los países que se incorporan' a la Unión, señaló Martínez-Rovira. Pero no es hora de lamentarse. 'Lo que hay es que estar allí y aprovechar la oportunidad', apuntó.

También reflexionó sobre el asunto el director de ING Financial Market, Javier Valverde, quien aseguró que los profesionales españoles 'estamos más preparados que antes pero menos de lo que hace falta para poder competir'. Y matizó que los directivos españoles, en cuanto a formación, están al mismo nivel que los europeos o incluso por encima, como ocurre con la capacidad de trabajo. 'Por el contrario, tenemos menos experiencia en el desarrollo de una carrera internacional. Es un pequeño complejo', señaló Valverde.

'Somos competitivos, pero tenemos que hacer un mayor esfuerzo'

Al presidente del Consejo de administración del Deutsche Bank AG, Rolf-E.Breuer, la ampliación de la UE no le cambiará la vida. 'Pero a nosotros sí nos va a afectar, por lo que es importante que los directivos se crean este cambio', explicó el director del IESE, Jordi Canals. Destacó el nivel formativo de los ejecutivos. 'Somos competitivos, pero tenemos que hacer un mayor esfuerzo porque los profesionales de países como Chequia, Hungría o Eslovenia tienen un gran nivel formativo'.

El idioma, principal barrera

El desconocimiento del idioma es uno de los argumentos que justifica el temor de los altos directivos a emprender negocios en la nueva Europa. 'Eso es algo que no se va a poder obviar y debemos vencer esos temores', explicó Josep Valor, director académico de la reunión de antiguos alumnos de este año.La barrera del idioma es, en opinión del profesor de Economía Jordi Gual, una de las principales cortapisas. 'Es mucho más cómodo utilizar el castellano. Por eso, la mayoría de las inversiones se realizan en Suramérica, ya que allí es mucho más fácil desplazar directivos españoles debido a la afinidad de cultura y de idioma', señaló Gual, quien resaltó que para hacer negocios en los nuevos países que se incorporan a la UE es necesario dominar el inglés y el alemán.El presidente de Mediaplanning Group, José Martínez-Rovira, es un poco más optimista: 'En España, los padres no tienen mucho conocimiento de idiomas, pero los hijos, las nuevas generaciones si están más formadas'.

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