Asegurarse un futuro
Iniciamos el último trimestre del año, lo que para la banca comercial significa potenciar la venta de productos fiscalmente beneficiosos para los particulares, entre otros los planes de pensiones. Es fundamental seleccionar correctamente en qué plan invertimos ya que de ello depende nuestra estabilidad económica en un futuro.
Hace ya algunos años que los españoles nos preocupamos por nuestra jubilación, hasta la fecha, 5,75 millones de personas han decido que ahorrar para la jubilación rebajando la presión fiscal en el presente, es una buena idea. Prueba de ello es el volumen gestionado a través de estos planes individuales que a finales de agosto era de 27.536 millones de Euros.
Sin embargo en contra de lo que la mayoría de los partícipes piensan, no todos los planes se comportan igual dentro de la misma categoría y por lo tanto es necesario realizar una selección de planes y gestoras. Pongamos por caso, entre los planes de pensiones que invierten en Renta Variable la rentabilidad obtenida en lo que va de año oscila entre el 30% y el 7,6%, según el plan.
Como primer paso a la hora de invertir en un Plan de Pensiones es necesario realizar un análisis del perfil de riesgo, teniendo en cuenta siempre el horizonte temporal de la inversión, tras el que definiremos el porcentaje destinado a cada una de las categorías. Así, cuanto más lejos esté del retiro, mayor será el peso que deberá dedicar a los planes que invierten en renta variable, mientras que si su jubilación tiene como horizonte el medio plazo, los de renta fija son los que mejor cumplirán su cometido.
Aspectos como la capacidad de gestión de la entidad promotora y de la sociedad gestora del fondo son fundamentales a la hora de elegir vehículos de inversión a tan largo plazo. Del mismo modo las condiciones del plan como son las aportaciones mínimas, periodicidad de las entregas, cláusulas restrictivas, son factores a tener en cuenta.
Existen planes de pensiones que asumiendo un mayor riesgo obtienen rentabilidades inferiores que otros planes más conservadores. Como en cualquier inversión el riesgo debe estar controlado y el partícipe debe ser consciente del producto que compra por lo que la comparación de volatilidades y medidas de performance frente a las rentabilidades nos dan una buena idea de la calidad del plan.
La posibilidad de cambiar de plan sin tener que tributar, permite al partícipe anticiparse a los ciclos económicos y gestionar el riesgo dispuesto a asumir en cada momento. No hay excusas para no asegurarse el futuro.