Hacer ejercicio en horario de oficina
No hay excusa. Decirse a sí mismo que no hace ejercicio porque no tiene tiempo podrá tranquilizar su conciencia, pero desde luego no mejorará su forma física. La vida diaria hace difícil practicar un deporte o ir al gimnasio, pero existen unos sencillos ejercicios que se pueden realizar en la propia oficina y no le quitarán más tiempo que el café de las 11. Los médicos aseguran que 10 o 15 minutos de ejercicios diarios bastan para mejorar sensiblemente el fondo y la elasticidad de nuestro cuerpo. El truco está en aprovechar las tareas cotidianas para doblarse, estirarse, subir y bajar. Eso sí, hay que seguir ciertas pautas y, sobre todo, ser muy constante:
l Olvídese del ascensor de la oficina o, si se trata de un piso 14, bájese en la planta novena y suba unos cuantos tramos de escaleras. Es un ejercicio aburrido, pero muy eficaz para ganar fondo y para endurecer muslos y glúteos.
l Coloque un reposapiés bajo la mesa y suba y baje cada pierna 10 veces mientras trabaja con el ordenador. Sus abdominales, sus muslos y su circulación sanguínea se lo agradecerán.
l Póngase de pie frente a su silla con los pies separados. Luego doble las rodillas como si fuese a sentarse manteniendo los talones en el suelo y descienda hasta que sus piernas estén paralelas al asiento. Repita el ejercicio 10 veces. Es más duro de lo que cree.
l Utilice el archivador o las estanterías para hacer estiramientos. Agárrese a ellos y suba y baje los talones en series de 10. Ignore las miradas de sus colegas. Lo importante es trabajar los gemelos y mejorar la pesadez de las piernas.
l Acostúmbrese a contraer y relajar los glúteos y los abdominales mientras está sentado. Hágalo siempre que se acuerde. Si es constante, los resultados serán espectaculares. Y no se preocupe, si lo hace con suavidad nadie se dará cuenta.
Contra el estrés. Qué hacer y evitar
Tener la mesa ordenada es fundamental para disminuir la tensión. Dedique unos minutos semanales a tirar y archivar papeles y poner el correo al día.Haga una lista de tareas atrasadas y vaya acortándola cada día. Los psicólogos advierten que una de las causas del estrés son las asignaturas pendientes.No viva con prisas. A todos nos gusta dormir, pero a veces desayunar con calma es la mejor manera de empezar el día sin agobios.No diga a todo que sí. Una de las grandes lecciones de la vida es que uno debe aprender a decir no. Eso sí, hágalo con cortesía.