Los fabricantes exigen al nuevo ministro reformas para el sector
Los fabricantes de automóviles están a la espera de conocer las intenciones del nuevo ministro de Ciencia y Tecnología, Juan Costa, respecto a las demandas que el sector lleva formulando en el último año. Su antecesor en el cargo, Josep Piqué, se había mostrado en sintonía con las peticiones de los fabricantes. æpermil;stos reclamaban cambios de 'gran calado' para afrontar sus grandes amenazas, como la pérdida de rentabilidad y de competitividad, fundamentalmente ante la entrada en la UE de los países de Europa del Este.
El cambio de Gobierno ha obligado al sector a renovar estos esfuerzos. Recientemente, la Fundación Instituto para la Seguridad del Automóvil editó el Libro Blanco que había encargado Piqué. En él dan cuenta del peligro que, a su juicio, corre el sector si se le imponen 'la rigidez de convenios colectivos poco individualizados'.
Es decir, los fabricantes vuelven a reclamar un marco laboral específico que se ajuste a los picos de producción y a las oscilaciones de las demandas.
La asociación de fabricantes Anfac, a través del Instituto de Estudios de la Automoción, justifica esta necesidad en el hecho de que en 2002, a pesar de haber alcanzado una facturación total de 39.800 millones, el sector incurrió en unas pérdidas conjuntas de 19 millones.
El informe La competitividad del sector del automóvil, realizado por Fitsa y el IESE, incluso propone que se modifiquen varios artículos del Estatuto de los Trabajadores. En concreto, los que hacen referencia a la duración de la jornada laboral, el cómputo de horas extraordinarias y la duración de los contratos eventuales. Estos cambios, en cualquier caso, se llevarían a cabo con bastante seguridad en la próxima legislatura.
Los sindicatos muestran su disposición al diálogo. Sin embargo, los acuerdos deberían ser tomados 'planta por planta'.
Las organizaciones no están de acuerdo con que se tomen decisiones para el sector en conjunto. Es más, fuentes de CC OO y de UGT se han mostrado contrarios a reformar toda la legislación laboral para un solo sector'. Ambas formaciones rechazan además que 'se den periodos de flexibilidad en las fábricas porque sí, sino que han de ceñirse a objetivos determinados'. 'No se puede llevar la temporalidad a la libre discreción de los fabricantes', afirman.
Medidas para ser competitivos
El sector propone en el informe La competitividad del sector del automóvil áreas sobre las que se podría actuar para incrementar la competitividad.Salarios con un componente variable generalmente bajo. Parte variable de la remuneración no siempre ligada a objetivos de mejora realmente útiles para la empresa.Antigüedad media de los trabajadores en general elevada.Horas extras usadas como recurso fácil para obtener flexibilidad.Gran número de horas extras en la mano de obra indirecta.Rejuvenecimiento selectivo de la plantilla difícil de conseguir por otros medios distintos a las prejubilaciones.Penalización fiscal de las horas extraordinarias.Absentismo más elevado que en otros países.Efectos del absentismo potenciados en gran parte por un funcionamiento poco ágil en la Seguridad Social.Selección de personal necesitada de cambios de criterios.Potenciación de la formación en las empresas, especialmente en aspectos que fomenten la polivalencia. Creación de planes de desarrollo profesional que puedan ser asumidos por la empresa e interesantes para los trabajadores.Uso limitado de las empresas de fórmulas de trabajo temporal y otras formas de eventualidad.Potencial mejora en los esquemas de organización del trabajo, sobre todo, en las plantas de ensamblaje de vehículos, extendiendo y universalizando las mejores prácticas existentes en otros países de Europa.Ley laboral excesivamente rígida en cuanto a la definición de la duración máxima de la jornada, que no facilita la aplicación de instrumentos de flexibilidad.Marco legal con ciertos vacíos en relación a los contratos temporales y a la subcontratación.