Cuatro generaciones al frente del negocio de las especias
Bisabuelos, abuelos, padres y nietos. Todos ellos al frente de un mismo negocio y con un objetivo claro: hacer que la empresa familiar crezca y se convierta en un referente para futuras generaciones. Este es el caso de la empresa murciana Juan José Albarracín, uno de los negocios familiares que se mantienen en pie con el paso de los años. En concreto, su negocio de pimentón, azafrán y oleorresinas celebrará su 150 cumpleaños los próximos 16 y 17 de octubre y soplará las velas con una fiesta por todo lo alto a la que incluso están invitados el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete; el portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, y el presidente de la CEOE, José María Cuevas, y hasta una centena de clientes procedentes de Europa, EE UU, Japón y Australia.
El caso de esta empresa murciana representa uno entre los dos millones y medio de empresas familiares que existen en España, según estima el Instituto de la Empresa Familiar (IEF). José María Albarracín, bisabuelo del actual director general, José María Albarracín Gil, conocido en la localidad de Espinardo por su interés en el comercio desde muy joven, vio en el negocio de las especias propias de la región una opción para generar negocio. Y no se confundió: en 2003 la compañía espera facturar 11,25 millones de euros. Los éxitos vienen de lejos: Albarracín llegó a ser proveedor de pimentón de la Casa Real española desde 1891 hasta 1911.
Aunque al fin y al cabo el negocio es lo importante al terminar el día, José María Albarracín asegura que 'lo que supone una ventaja en este tipo de empresa también es un inconveniente'. Y es que la 'tradición, el conocimiento heredado de generación en generación' es lo que le da el carácter especial. Pero al mismo tiempo el negocio familiar se enfrenta al reto de la 'profesionalización en la dirección' frente a 'las disputas familiares que puedan afectar la buena marcha del negocio'.
Las estadísticas avalan este hecho. La mayoría de las empresas familiares no superan la tercera generación y según los datos del IEF, el porcentaje de empresas en tercera generación, el 31%, se reduce al 19% cuando se pasa a la cuarta generación y al 5% cuando se trata de la quinta.
El reto de las empresas familiares es, según el director general de Albarracín, 'no extinguirse'. Las claves del éxito pasan por ofrecer una 'calidad sobresaliente' y un cuidadoso servicio al cliente. Una herramienta fundamental que se ha consolidado en más de la mitad de las empresas familiares es el Protocolo Familiar (reglas aceptadas de mutuo acuerdo por todos los miembros de la familia). 'Aunque ha llevado tiempo, los empresarios familiares tomamos cada vez más conciencia de la importancia de estos aspectos en el éxito empresarial', asegura Albarracín.
Las empresas familiares representan entre el 60% y el 65% del PIB español y en la UE los 17 millones de empresas familiares emplean a cerca de 100 millones de personas. En Albarracín, hasta ahora todos los relevos generacionales se han llevado a cabo por hombres. Quizás en próximas generaciones una mujer se anime a llevar las riendas del negocio.
Juan José Albarracín fue el fundador de un negocio que ahora cumple 150 años