La economía de EE UU crea empleo por primera vez en ocho meses
Septiembre ha sorprendido incluso a los optimistas. Se esperaban malas noticias de nuevo en materia de empleo y por primera vez en ocho meses la economía estadounidense generó empleo. En total, 57.000 puestos de trabajo. A pesar de lo positivo de estos datos y de que la revisión de las cifras de agosto reflejan que se perdieron 41.000 empleos y no los 93.000 inicialmente contabilizados, la tasa de paro se mantiene en el 6,1%.
Los economistas más afines a la Casa Blanca llevaban días señalando que siendo el empleo importante para sostener esta incipiente recuperación, lo primordial es que no cayeran los ingresos y que el consumo siguiera fuerte, algo en lo que no coinciden con la Reserva Federal. Sin embargo, ayer muchos de esos economistas mostraron sin disimulos su alegría al conocer que por primera vez desde enero se han creado empleos y que el escenario es mejor de lo que esperaban, ya que se contaba con que el mercado continuara su erosión.
Y no fue así. Las cifras correspondientes al mes de septiembre muestran que el empleo en el sector servicios (comercio, banca y agencias gubernamentales, entre otros) crece, con 74.000 empleos nuevos, a pesar de que en el frente estatal se han perdido 15.000 puestos por los ajustes presupuestarios. Se han creado además 33.000 empleos temporales, una cifra que se considera interesante porque supone el paso previo a una mayor estabilidad en la contratación. La construcción sigue fuerte y hubo 137.000 nuevos empleos.
Crisis en la industria
El punto crítico sigue siendo la industria, que ha perdido 29.000 trabajos. Es una caída menor que la media registrada hasta ahora, de 55.000 empleos, pero también marca en el calendario el mes 38 en el que se pierden empleos.
Pese a todo, no todos los analistas consideran este dato como el que pueda dar la vuelta a la tendencia de destrucción de empleo. David Rosenberg, analista jefe de Merrill Lynch, aseguraba ayer que esta lectura sería 'prematura' dados otros indicadores que describen el mercado de trabajo de forma más anémica (dificultad para encontrar empleo, solicitudes de cobertura de paro y la rebaja de los índices industriales).
Algunos analistas, y particularmente el Instituto de Política Económica, se mostraban críticos ayer, porque recordaban que EE UU tiene una economía que ha llegado a crear 300.000 empleos al mes y la Casa Blanca prometió 344.000 tras recortar impuestos de junio. Así, según lo calculado en Washington, faltan 287.000 empleos.
El informe del Departamento de Trabajo refleja, además, que el número de parados que lo están más de 27 semanas es ahora de 167.000 más, con lo que se llega a los 2,1 millones de personas en esta situación.
Todo ello sigue desmoralizando a los trabajadores y en septiembre 257.000 personas dejaron de buscar empleo. La población activa sigue cayendo, por lo que a pesar de esta mejora de septiembre en la creación de empleo la tasa de paro queda en el 6,1% del mes anterior.
EE UU ha perdido 2,7 millones de empleos desde marzo de 2001, cuando comenzó una recesión que acabó en noviembre, pero que ha dejado como herencia un débil mercado laboral que puede haber destruido más empleo del pensado. El Departamento de Trabajo revisa sus estadísticas para presentar un informe sobre el año finalizado en marzo de 2003. Ayer se adelantaba que puede haber más desempleo del pensado.