Abultada caída del dólar frente al euro y el yen
El billete verde continúa en la senda descendente en los mercados de divisas. El dólar se ha depreciado hoy por debajo de los 111 yenes, cuando la divisa japonesa lo ha puesto contra las cuerdas animada por una presunta intervención del Banco de Japón, mientras el euro llegó a rondar los 1,18 dólares. A las 17.30 horas, se cambia en Francfort a 1,169 dólares, ligeramente por debajo de los 1,172 dólares de las horas previas. Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) ha fijado el cambio oficial del euro en 1,1692 dólares.
Hoy, el BCE ha decidido mantener los tipos de interés en el 2%, su nivel más bajo desde 1954. Los atisbos de mejora de la economía de la eurozona han llevado al organismo que rige la política monetaria de este área a tomar esta decisión en un reunión que será la última de su presidente, Wim Duisenberg al frente de esta institución. El próximo 1 de noviembre será sustituido en su cargo por el actual gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet.
Dado que Duisenberg jugó un papel fundamental en la implantación de la moneda única, hoy, el presidente de Portual, Jorge Sampaio le ha condecorado con la Gran Cruz de la Orden del Infante Don Henrique el Navegante.
La estrepitosa caída del dólar
Las crecientes incertidumbres en torno al crecimiento de la economía en EEUU, en contraste con una mejora de las expectativas en Japón, siguen minando la cotización de la divisa estadounidense.
La falta de solidez de los últimos datos económicos difundidos en EEUU provocan inquietud entre los inversores y tienden a presionar al dólar a la baja, según los economistas. El Instituto para la Gestión de Suministros (ISM, por sus siglas en inglés) publicó ayer que su índice de actividad manufacturera se situó en septiembre en 53,7 puntos, desde los 54,7 puntos de agosto, en línea con lo esperado por los analistas.
La cita más esperada será el viernes, cuando salgan a la luz las cifras sobre el empleo en EEUU, uno de los factores que muestra síntomas de recuperación más débiles, y que podrían ahondar en la percepción menos favorable sobre la economía si revelan escasa o nula creación de empleo.