Pymes ambiciosas
El tejido empresarial español está formado mayoritariamente por pymes. Eso tiene cosas buenas y también algunas menos buenas. Entre estas últimas, la escasa inversión en capital tecnológico, investigación e innovación. Entre las muchas buenas está que las pequeñas y medianas empresas son las grandes promotoras del empleo. La Dirección General de Política de la Pyme, del Ministerio de Economía, ha puesto en marcha diversas iniciativas para financiar nacimientos de nuevas pymes y proyectos de otras ya en activo. Es trabajar en la dirección correcta. La prueba de que está en el camino adecuado es que la línea de ayudas del ICO a las pymes, que este año se ha incrementado a 3.000 millones de euros, se ha agotado en julio. Eso indica, por una parte, una pujanza de pequeños empresarios que no hay que dilapidar -el 81% del volumen de los préstamos y el 91% de las operaciones de la línea ICO se realizaron con empresas de menos de 50 empleados-. También indica confianza en el escenario económico. El éxito de estas ayudas, debido también a que se han agilizado los trámites, advierte también de una falta de previsión presupuestaria que conviene rectificar.