Ayudas viciadas
La Comisión Europea ha impedido que el Gobierno francés presentara como hecho consumado la entrada del Estado en el capital de Alstom. París, no obstante, podrá socorrer con 800 millones de euros en obligaciones al grupo industrial asfixiado por la deuda -dentro de una operación de salvamento de 3.200 millones de euros, 400 millones más que el plan inicial-. Pero deberá supeditar al visto bueno de Bruselas la conversión de esa ayuda en acciones. El comisario de Competencia, Mario Monti, ha salvado así la cara ante el desafío de París. Monti denunciaba ayer el chantaje al que se ha sometido a la Comisión con los 118.000 empleos del grupo en peligro. Pero el comisario no ha osado aplicar a rajatabla la lógica del mercado y la competencia que defiende en sus discursos académicos. Es posible que la ayuda ahora no sea ilegal, pero sí vulnera el principio de eficiencia en la asignación de recursos que establece el Tratado de la Unión. Mantener a flote con dinero público empresas poco eficaces es un desperdicio. Este acuerdo hace recordar las ayudas de Francia al grupo Bull. æpermil;ste nunca las ha devuelto. Así se vicia la competencia. Es una recompensa a la mala gestión.