Monti da el visto bueno al plan francés para salvar Alstom
"Tengo el placer de anunciar que las autoridades francesas han aceptado modificar el plan de apoyo de forma que se satisfacen plenamente las condiciones planteadas por la Comisión", declaró Monti en rueda de prensa. Sin embargo, advirtió que la Comisión deberá examinar los detalles del plan referidos, en particular, a la "reestructuración" de Alstom, antes de dar su visto bueno definitivo.
Este veredicto podría conocerse en un plazo de seis meses, un objetivo que calificó de "realista" pero también "ambicioso" dada la complejidad del dossier. Asimismo, explicó que todavía desconoce los detalles concretos de la operación que, según él, serán difundidos hoy por el Ejecutivo francés.
El comisario se felicitó por la "actitud constructiva" de París, al haber renunciado a convertirse en accionista del grupo francés de forma automática a través de la compra del 30 por ciento de su capital, tal y como pretendía en su propuesta inicial.
"Francia no va a convertirse en accionista de forma inmediata" sino que, añadió, intervendrá en el reflotamiento de la compañía a través de la emisión de obligaciones reembolsables en acciones. Su reembolso estará condicionado a que Bruselas dé su visto bueno a la operación, al término de la investigación que llevarán a cabo los servicios de la competencia.
Plan de salvamento
El nuevo plan de Alstom despeja el futuro inmediato de la empresa, pero la eventual entrada del Estado francés en su capital dependerá del examen de fondo de las autoridades europeas de la competencia.
Según el proyecto diseñado por el Gobierno francés en consenso con Bruselas, que recibió la aceptación de los 32 bancos acreedores, la aportación de fondos a Alstom será de 3.200 millones de euros, frente a los 2.800 millones del escenario inicial.
El aumento se explica por el retraso en la aplicación del dispositivo de salvamento y por el aumento de la incertidumbre que ha conllevado, tras el ultimátum de Bruselas a Francia la semana pasada, que expiraba hoy, para hallar una alternativa al plan pactado en agosto.
El nuevo paquete se desglosa en un alza de la participación del Estado francés de 500 a 800 millones de euros y en una subida de la aportación de los bancos franceses de 1.300 a 1.400 millones de euros. Los bancos extranjeros, por su parte, no ven alterada su implicación de 1.000 millones de euros.
El cambio clave respecto al plan inicial, con el que se justifica el levantamiento del veto de la Comisión Europea, es la naturaleza de la emisión de 300 millones de euros en obligaciones reembolsables en acciones del Estado francés, que le debía dar el 31,5 por ciento del capital.
En realidad, se tratará de Títulos Subordinados de Duración Determinada Reembolsables en Acciones (TSDRA), una especie de préstamo a largo plazo (se habla de 15 ó 20 años), y cuya conversión en capital de Alstom dependerá de la autorización del Ejecutivo europeo.