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El huracán 'Isabel' acecha la costa este de EE UU

Isabel, el huracán de categoría dos que según las previsiones meteorológicas haría acto de presencia en algunos puntos de la costa este de EE UU entre ayer y hoy, ha despertado la memoria de aquellos que vivieron la acometida de Floyd, en 1999. Se trataba de un huracán de fuerza similar que provocó la muerte de 56 personas y daños materiales valorados en 4.600 millones de dólares.

Los estadounidenses, especialmente los que viven en Carolina que es donde se han disparado las primeras alarmas, se están preparando a conciencia para evitar el desastre. Se ha ordenado la evacuación de unas 100.000 personas, y colegios y universidades han cerrado hasta la semana que viene.

Ayer se veían las carreteras de la zona repletas de coches tirando de todo tipo de botes y barcos. Las Fuerzas Armadas han enviado sus barcos y aviones a zonas seguras para evitar que sufran daños.

Los que tienen que quedarse han hecho trabajar horas extras a los empleados de grandes centros comerciales especializados en obras en el hogar. Empresas como Home Depot o Lowe han tenido que solicitar más provisiones a sus establecimientos situados en otros Estados. En particular se demandan paneles de aglomerado, generadores y pilas. Lowe y HD aseguran que han congelado los precios de estos artículos.

El problema es que por mucho que se protejan los habitantes de este lado del Atlántico, no podrán contar con algo si lo han dejado para el último minuto: revisar la póliza de seguros. Desde Carolina a Nueva Inglaterra, las aseguradoras declinan ahora ampliar la cobertura de las pólizas y no suscriben nuevas ni sobre las viviendas ni sobre los botes amarrados a puerto. 'Va contra la esencia del concepto de seguros', insistía ayer un actuario de una aseguradora de Nueva York, 'nosotros cubrimos riesgos, no hechos ciertos'. A las aseguradoras el huracán les costará entre 1.000 y 2.000 millones de dólares, según un estudio de AIR Worldwide citado por Bloomberg. Es menos de lo estimado por los analistas.

Si quien no haya revisado su póliza hace tiempo llegará tarde para encarar a Isabel, la que también llega en mala situación es la Cruz Roja. El martes, The Washington Post aseguraba que en la organización no hay dinero. El fondo de ayuda a víctimas de desastres naturales está casi a cero, aunque en la organización se asegura que si es necesario se canalizarán fondos de otras cuentas.

La Cruz Roja ha asistido este año a las víctimas de inundaciones de Indiana, de tormentas de Texas y de fuegos en la costa oeste, pero apenas ha recibido contribuciones. El año pasado el fondo para desastres gastó 114 millones de dólares y recaudó 40.

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