Astel exige que la cuota de abono de Telefónica no sea un precio regulado
Las nuevas operadoras del sector de las telecomunicaciones han decidido pasar de las protestas individuales a los posicionamientos colectivos contra la nueva política tarifaria impuesta por el Gobierno, coincidiendo con el abandono del ministro Josep Piqué para convertirse en candidato en las elecciones catalanas. Durante esta semana las empresas que se agrupan en la patronal de Astel han programado distintas iniciativas para demostrar su 'total rechazo' a las últimas decisiones anunciadas por el Gobierno que afectan a los precios regulados de Telefónica.
Estas medidas pretenden la liberalización de las tarifas para los servicios empresariales del ex monopolio y eliminar del sistema de price cap en 2005, con la obligación el año que viene de mantener un equilibrio tarifario, que tendrá que compensar un incremento autorizado de la cuota de abono.
Como primera iniciativa de su ofensiva, la dirección de la patronal Astel mantuvo durante la mañana de ayer una reunión que pretendía ser el primer contacto con el nuevo equipo de Ciencia y Tecnología, tras el nombramiento de Juan Costa.
El encuentro, finalmente, se realizó, pero tuvo como interlocutor al secretario de Estado, Carlos López Blanco, quien durante el mandato de Piqué fue el principal impulsor de una plataforma política de 10 puntos cuyo objetivo era ampliar la competencia. Esta plataforma, según los miembros de Astel, ha sido liquidada por la nueva política tarifaria del Gobierno para el sector.
La segunda iniciativa de Astel para oponerse a la nueva estructura de precios regulados se materializará hoy en una reunión que la junta directiva de la patronal ha convocado para hoy con el fin de aprobar un documento que remitirá al Ministerio de Economía. Este documento fue solicitado por el departamento que preside Rodrigo Rato para conocer las alegaciones que realizan los implicados en la reforma del sistema de precios regulados, y la fecha límite para su entrega es mañana.
Regalo
Los principales argumentos sobre los que las operadoras alternativas están articulando su contraofensiva son dos. Astel exige al Gobierno que vuelva a sacar la cuota de abono de Telefónica de la cesta de precios regulados de telecos. Esta cantidad, que los 17 millones de abonados del operador dominante pagan todos los meses para poder mantener el servicio, fue sacada hace 10 meses del price cap regulados, y los socios de Astel aseguran no saber qué es lo que ha cambiado en este tiempo para que se vuelva a incluir.
Afirman que esta medida supone un 'regalo directo' a las arcas de Telefónica de 115 millones que se detrae de las cuentas de resultados de las operadoras alternativas.
Astel justifica la petición de que no se incluya la cuota de abono en el sistema de precios regulados, argumentando que de esta manera se verá si Telefónica compensa las pérdidas que necesariamente deben producirle la bajada de los precios de otros servicios.