El anterior consejo de Grand Tibidabo impugna la última junta
Los miembros del anterior consejo de administración de Grand Tibidabo anunciaron ayer su intención de impugnar la junta judicial celebrada el pasado lunes, en la que fueron relevados de sus cargos. José María Carswell, Xavier Bruna, Juan Carlos Quintero y Manuel Matías pretenden así evitar la liquidación de la compañía, que es el principal objetivo del consejo surgido de la última junta formado por José Azemar, Agustín Parra y un representante de una asociación de pequeños accionistas.
El consejo relevado solicita la impugnación de la junta por nulidad, 'ya que fue constituida ilegalmente'. Según explicó el abogado Lluís Miralbell, José Azemar adquirió 'de forma fraudulenta' el 10,3% de las acciones que le permitió solicitar la celebración de la junta e impulsar la liquidación de la compañía. El anterior consejo confía en la anulación porque tiene una resolución judicial firme del Juzgado de Primera Instancia número 49 de Barcelona, de fecha 29 de julio, que anula la compra de las acciones por parte de Azemar. A pesar de que esta resolución fue remitida por el juzgado número 49 al 52, este último accedió a la celebración de la junta. El antiguo consejo dice contar con el apoyo del 16% de las acciones, incluyendo el 10,3% adquirido por Azemar y que volvería a manos de Complata Iberconsulting.
Grand Tibidabo presentó en 1999 la solicitud de quiebra voluntaria. En la actualidad, según Miralbell, tiene un activo de 12,6 millones de euros y un pasivo de 33 millones. Con estas cifras, el abogado aseguró que la liquidación no reportaría ningún ingreso a los accionistas. 'La única posibilidad que tienen es recuperar activos de la compañía por la retroactividad de la quiebra, que tenemos concedida hasta enero de 1996 y que intentamos adelantar a enero de 1994', aseguró.
Miralbell explicó que los síndicos de la quiebra no han realizado ninguna operación encaminada a recuperar estos activos y que por ello han solicitado su relevo.