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Liquidación

Los accionistas de Grand Tibidabo deciden liquidar la empresa

La junta de accionistas de Grand Tibidabo acordó ayer solicitar el convenio para liquidar la compañía, en una junta convocada judicialmente en Barcelona. La reunión, en la que estuvo representado el 25,8% de los accionistas de la sociedad, votó a favor del cese del anterior consejo. El nuevo consejo de administración está formado por José Azemar (que adquirió cerca de un 10% de Grand Tibidabo en Bolsa en diciembre de 2002), Agustín Parra y un representante que designará la Asociación para Defensa del Pequeño Accionista de Grand Tibidabo, grupo que controla un 12% del capital. El consejo saliente estaba compuesto por José María Carswell, que ocupaba hasta ayer la presidencia; los abogados Xavier Bruna y Juan Carlos Quintero, y Manuel Matías, antiguo directivo del Banco Pastor.

Los nuevos administradores quedan facultados para proponer a los acreedores de la compañía que aprueben el convenio de liquidación, en una junta de acreedores de la que todavía no hay fecha de celebración. Esta acción pretende evitar que los bienes de Grand Tibidabo acaben en una subasta pública. El convenio que impulsará el consejo incluirá la negociación de importantes quitas con los acreedores. Por otro lado, también intentará que algunos bienes transmitidos a terceros en los últimos años vuelvan a formar parte del patrimonio de Grand Tibidabo, como es el caso de Port Aventura. Otra de las medidas aprobadas durante la reunión de ayer fue pedir responsabilidades al anterior consejo por 'negligencia' en su gestión. La compañía, en quiebra desde octubre de 1999, tiene un activo de 15 millones, frente a unas deudas de 24 millones. Bruna ha asegurado a los accionistas que la junta será impugnada y que se opone a su validez.

Hasta hace pocos días existían dudas de que la junta fuera a celebrarse. Su ejecución fue ordenada por el juez, dada la oposición de los hasta ayer consejeros, quienes habían convocado la asamblea para el próximo día 15 de septiembre.

Historia de una liquidación anunciada

La historia de Grand Tibidabo en los últimos años es la de una liquidación anunciada. Hace casi 12 años Grand Tibidabo era un gran holding de inversión a través del que Javier de la Rosa, antiguo presidente y principal accionista, iba a materializar grandes proyectos de inversión con base en Cataluña. Grand Tibidabo nació en 1992 de la mano de De la Rosa, quien se mantuvo al frente de la entidad hasta 1994.El proyecto se materializó con la fusión de Tibidabo, gestora del histórico parque de atracciones barcelonés, y el Consorcio Nacional de Leasing, con el objetivo de impulsar el que sería más tarde (y ya sin De la Rosa) el parque de atracciones Port Aventura, hoy integrado en el complejo Universal Mediterráneo. En aquella época contaba con un presupuesto de 30.000 millones de pesetas. En 1993 las pérdidas superaban los 6.000 millones de pesetas y al siguiente año se doblaron. A finales de 1994 estuvo a punto de quebrar. Poco después perdió su sede, embargada por el impago de la hipoteca, y también tuvo que desprenderse de otros bienes para cancelar deudas. En 1999, finalmente, presentó quiebra voluntaria.

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