La Bolsa y la geopolítica
Parece una obviedad afirmar que las Bolsas están pendientes de los datos económicos, macro o micro. No lo es tanto si se tiene en cuenta que en los dos últimos años ha predominado el llamado 'factor geopolítico' y que, hace apenas seis meses, lo que guiaba a los mercados eran los preparativos de la invasión de Irak. Los expertos coinciden ahora en que la economía vuelve a ser el referente porque, una vez asumida por los operadores una situación mundial conflictiva, lo decisivo será que se confirmen los indicios de recuperación.
El próximo jueves se cumple el segundo aniversario del atentado terrorista múltiple que acabó con tres millares de vidas y derrumbó las Torres Gemelas neoyorquinas. Una fecha que algunos analistas vieron como el arranque del nuevo siglo, incluso el inicio de una nueva era. Y es cierto que la irrupción de Al Qaeda y la nueva política exterior de EE UU han cambiado el escenario político mundial, pero no tanto las reglas de juego de los mercados. Los atentados contra intereses occidentales son cada vez más frecuentes, pero, a diferencia del 11-S, ocurren lejos de las grandes plazas financieras y no alteran el orden establecido. La Bolsa ya no lo tiene en cuenta. Tampoco es su papel. Parece más razonable guiarse por los resultados de las empresas que tratar de incorporar al análisis económico elementos imprevisibles por definición, aunque a veces no se pueda evitar.