Rajoy deposita su confianza en el equipo de Rato en el Congreso
Sería una 'locura' cambiar a los principales cabezas del grupo parlamentario cuando hay casi 40 proyectos de ley en trámite y faltan 13 sesiones plenarias para coronar la recta final de la legislatura. Esta es la impresión más extendida entre los diputados y senadores del PP del área económica y a ella ha sido permeable Mariano Rajoy. El candidato y secretario general del PP ha dado un paso más, tranquilizador para los parlamentarios que con tanto estoicismo afrontaron en el anterior periodo de sesiones la ofensiva de la oposición sobre el Prestige o la guerra de Irak: les ha prometido que habrá continuidad en las listas electorales aunque después de la hipotética victoria de marzo puedan producirse los lógicos cambios en los equipos de trabajo.
El entorno de Rajoy es consciente de que el núcleo duro del grupo parlamentario, controlado por el sector democristiano, apoyó sin disimulos a Jaime Mayor Oreja en la carrera sucesoria. La apuesta pública que hizo Gabriel Cisneros en julio a favor del ex ministro del Interior expresaba también la opinión de otros dirigentes del grupo, como Luis de Grandes o Ignacio Gil Lázaro. También sabe Rajoy que en el mismo grupo abundan hombres de la entera confianza y lealtad del vicepresidente primero, Rodrigo Rato. Sin embargo, el candidato ya ha emitido el mensaje de que encara sin complejos su nueva andadura y para él no existen las familias dentro del partido. Un diputado adscrito al sector liberal del PP resume así la nueva situación: 'A partir de ahora desaparecen las etiquetas, no habrá hombres ni de Jaime ni de Rodrigo. Todos somos fieles a Mariano, porque, además, la sensación es que contará con todos, salvo que alguien se autoexcluya', afirma en alusión a Mayor.
Otro diputado popular perteneciente al sector democristiano coincide con el primero en que Rajoy, como presidente del grupo parlamentario, no tendrá que afrontar tensiones en el mismo. 'Tan cerca estamos de la estación final que no hay margen para un cruce de vías', describe gráficamente.
Pese a todo, es este sector el que más inquieto se muestra por el futuro que pueda aguardar a Mayor Oreja, finalmente apeado de la sucesión y del Gobierno. En cambio, la corriente más liberal del grupo ha recibido con satisfacción el ascenso de Rodrigo Rato a la vicepresidencia primera, más por el gesto político que ello ha supuesto por parte de José María Aznar y Mariano Rajoy que por sus consecuencias prácticas en la gestión del día a día de la política económica.
Aznar presidió ayer, antes de viajar a Cerdeña, su primer Consejo de Ministros tras la remodelación del miércoles y aprovechó la ocasión para exigir al Gabinete el máximo esfuerzo y dedicación para recorrer con éxito los siete meses que aguardan hasta el final de la legislatura.
Un ministro aseguró: 'El presidente nos ha puesto las pilas'. El portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, se esforzó en combatir la imagen de un Gabinete de tránsito.
Zaplana y Trillo eluden hablar del futuro de Rato
Eduardo Zaplana eludió en su estreno como ministro portavoz comentar el futuro político que le puede aguardar al ministro de Economía, Rodrigo Rato, tras haber sido aupado a la Vicepresidencia primera después de quedar orillado en la carrera sucesoria. El ministro de Defensa, Federico Trillo, ejerció también la discreción al ser preguntado al respecto. El propio Rato declaró ayer a la Cope que es 'muy pronto' para hablar de su futuro político aunque su intención, 'como es natural', es seguir trabajando en el PP.