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Infraestructuras

AENA prepara el despegue

Reducir el tiempo de embarque y aumentar la eficiencia de sus servicios son los retos tecnológicos inmediatos de la navegación aérea española

El incansable circuito de aterrizajes y despegues de un aeropuerto multiplicado por 62. æpermil;sta es, en síntesis, la tarea de Aena (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), que gestiona anualmente los 2,3 millones de vuelos que se suceden en 47 aeropuertos españoles y 15 latinoamericanos. En total, 143 millones de pasajeros, 600.000 toneladas de carga y un sinfín de tecnologías.

Por tierra y aire, la tecnología subyace. Desde las torres de control y los radares hasta los mostradores de facturación, la automatización es un hecho y cobrará aún mayor peso en los próximos años. Esta modernización de las infraestructuras tecnológicas de Aena se recoge en un programa que cuenta con 6.300 millones de euros de presupuesto. De los diversos proyectos de I+D que contempla la entidad, la mayor parte está centrada en navegación y comunicaciones. También se ha remodelado la página web, que ahora permite a los viajeros consultar en tiempo real si los aviones llevan retraso o disponen de plazas libres, aunque todavía no se pueden comprar los billetes.

La navegación aérea se controla en primera instancia a través de siete centros, sitos en Madrid, Barcelona, Las Palmas, Sevilla, Palma de Mallorca, Valencia y Santiago. Desde aquí se vela por la seguridad, fluidez y puntualidad de los servicios mediante cuatro sistemas: una red de radares, que permite conocer la posición de las aeronaves en el espacio mediante señales de ultra alta frecuencia (UHF), 28 centros de comunicaciones de voz y datos tierra/aire, una red de comunicaciones tierra/tierra (a través de líneas telefónicas, telegráficas o de datos), y la nueva Red de Datos de Navegación Aérea (Redan), que aúna las comunicaciones entre centros de tierra. La labor se completa con los sistemas de radioayudas a la navegación. Todas estas herramientas utilizadas en los centros de control se encuentran en plena fase de integración a través del Sacta (Sistema Automatizado de Control de Tránsito Aéreo), con el objetivo de poder manejar datos coherentes y lograr el funcionamiento coordinado de los centros.

El plan de modernización cuenta con un presupuesto de 6.300 millones de euros para mejorar las comunicaciones y la navegación

También las situaciones de crisis en los aeropuertos se están intentando paliar. Este año, la entidad se ha puesto manos a la obra en la creación de un centro de gestión integral para atender las incidencias en la red aeroportuaria las 24 horas del día, en colaboración con las aerolíneas y el resto de agentes implicados. Dentro de esta línea de mejora destaca la alianza alcanzada recientemente con Soluziona para instalar un nuevo modelo de soporte informático, que mejore el servicio de información que presta en la actualidad. El contrato, con un valor de seis millones de euros anuales, pretende optimizar la gestión de los sistemas de información implantados en los 47 aeropuertos españoles.

En Aena, que ingresa más 1.500 millones de euros y cuenta con 9.200 empleados, gran parte de las comunicaciones pasan por las manos de la compañía Eup Scap, que además se encargará de mejorar las comunicaciones tierra/tierra, mediante las nuevas tecnologías de tratamiento digital de la señal (DSP). El siguiente paso vendrá de la mano del programa europeo Galileo, con el Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS), previsto para 2008.

Barajas, más grande en 2004

La ampliación del aeropuerto de Madrid-Barajas es uno de los retos más ambiciosos en los planes de Aena. Cumplido el primer año de obras, el trabajo actual se centra en extender hormigón asfáltico para configurar las dos nuevas pistas que estarán operativas, según Fomento, en junio de 2004. Serán 70 millones de pasajeros al año, frente a los 17,2 millones actuales, y 120 movimientos de aeronaves por hora.Con la nueva terminal y el edificio satélite, previstos para febrero del año próximo, y el traslado de las aerolíneas a las instalaciones, el embarque podrá agilizarse, aumentando el número de despegues y aterrizajes.En todo el proceso, la tecnología será clave: los pasajeros pasarán del edificio terminal al satélite en poco más de tres minutos a través del Automatic People Mover, un vehículo sin conductor que se desplazará a través de un túnel subterráneo de 2,1 kilómetros, mientras que los equipajes se procesarán a través de 14 kilómetros de cintas convencionales y 41,3 kilómetros de alta velocidad. De integrar todos los sistemas que funcionarán en la nueva terminal se encargará Tibco Software, que ha firmado un contrato con Aena, valorado en unos tres millones de euros.

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