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Trabajo

Españoles con oficina en el extranjero

Cada vez son más las empresas que desarrollan actividades internacionales y deben desplazar a sus trabajadores españoles al extranjero. Pero también son cada vez más numerosos los particulares que deciden emprender una aventura laboral fuera de España y son contratados por compañías de otros países. 'Tradicionalmente estos trabajadores expatriados han sido altos cargos, pero últimamente también son técnicos cualificados', señala Cecilia Lacarra, abogada del bufete Sagardoy.

A todos estos trabajadores se les considera emigrantes permanentes cuando su estancia fuera de España es superior a un año, temporales, cuando es inferior a este periodo y fronterizos cuando se trata de empleados que habitualmente salen a trabajar a países limítrofes y regresan diaria o periódicamente.

La ley prevé que se aplique la legislación española a los trabajadores contratados en España por empresas españolas para prestar sus servicios en el extranjero, a pesar de la ley que pudiera aplicarse en el país de destino. 'Esto supone una ventaja para el trabajador porque conoce la ley española y porque puede litigar en España ante tribunales españoles aplicando la ley española en caso de extinción del contrato', explican los expertos de la empresa de trabajo temporal Randstad, en la guía Worldpocket 2003.

Trámites lentos

Aunque es conveniente prestar atención a los convenios internacionales existentes entre España y el país de destino, la práctica habitual es que a estos trabajadores se les exija un permiso de trabajo y uno de residencia (la Unión Europea cuenta con requisitos específicos), cuya tramitación es a menudo lenta y compleja. Por ello, antes de la partida es conveniente conocer no sólo la ley aplicable al contrato de trabajo, sino el sistema tributario y de Seguridad Social. Esta información, que en el caso de los trabajadores enviados al extranjero por sus empresas suele ser facilitada por la propia compañía, también puede obtenerse a través de organismos públicos, como el Inem o el Ministerio de Trabajo.

Según los expertos de Randstad, Trabajo ofrece a los españoles contratados por empresas extranjeras servicios como, por ejemplo, la gestión gratuita del pasaporte, la supervisión de las condiciones generales de los contratos de trabajo y la cobertura del riesgo de accidente y enfermedades en el viaje. En este último caso deberá tratarse de operaciones realizadas por la Dirección General de Ordenación de las Migraciones. Otra de las ayudas ofrecidas a estos empleados es el acceso a centros educativos españoles en los diferentes países.

Libertad de movimientos en la UE

Los trabajadores de los Quince tienen libre acceso al empleo dentro de la UE y existe igualdad de trato en las condiciones de trabajo, las retribuciones, los beneficios fiscales y sociales, el ejercicio de derechos sindicales y los derechos de Seguridad Social.Si se desea trabajar en un Estado miembro distinto al de procedencia durante un periodo superior a tres meses se requiere un permiso de residencia en la mayor parte de los casos. La tarjeta puede obtenerse acudiendo a las autoridades administrativas competentes (por ejemplo, ayuntamiento, comisaría de policía, etc.). Eso sí, los trabajadores tienen derecho a trabajar por cuenta ajena o propia sin esperar a que se le expida el permiso de residencia, que es una mera prueba y no una condición para su derecho a residir en el país. Cecilia Lacarra, del bufete Sagardoy Abogados, asegura que en los desplazamientos de corta duración es legal que los trabajadores se mantengan en el Régimen de la Seguridad Social de su país de origen. 'No obstante, para una completa legalización de ese encuadramiento en la Seguridad Social, es preciso la autorización de la autoridad de Seguridad Social de dicho país, así como de la autoridad española'.

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