La economía brasileña entra en recesión con el mayor declive trimestral desde 1998
Al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se le complica el panorama económico. El PIB se contrajo el 1,6% en el segundo trimestre, la mayor contracción trimestral desde 1998, lo que provocó que la mayor economía suramericana entrara en recesión al registrar dos trimestres consecutivos de caídas. El mercado esperaba una contracción del 0,5%.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) también revisó a la baja el PIB del primer trimestre y anunció una caída del 0,6%, en lugar el -0,1% inicial.
Los datos revelan un claro deterioro del consumo de las familias (-7%,1%), que supone la mayor caída en la historia de Brasil. La inversión y la construcción también registraron un claro retroceso, con caídas del 9% y el 11%, respectivamente. Sólo las exportaciones, que crecieron un 25,3% en el semestre, se salvaron del cuadro de descenso generalizado de la actividad.
Los economistas esperan, sin embargo, que con la rebaja de tipos iniciada por el Banco Central Brasil retome el crecimiento en el segundo trimestre. La autoridad monetaria ha bajado los tipos en dos ocasiones en los últimos meses, con lo que el precio del dinero ha pasado del 26,5% al 22% actual. Aun así, consideran que la entidad debería avanzar con rapidez por esa línea para evitar un mayor deterioro de la situación económica.
En la misma línea, el ex economista jefe del Banco Mundial y premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz pidió a las autoridades monetarias que la única variable a tener en cuenta para fijar los tipos sea la evolución del crecimiento y, en mucha menor medida, los precios. Los empresarios ya han advertido que a menos que los tipos estén en el 15% para diciembre será imposible retomar la inversión.
Pese a los datos conocidos ayer, el economista jefe de ABN Amro, Hugo Penteado, Brasil alcanzará a finales del ejercicio un crecimiento medio del 1,5%. La economía podría registrar, así, al menos cuatro trimestres consecutivos de crecimiento.