Cómo superar el síndrome posvacacional
Fatiga, tristeza, falta de apetito, molestias estomacales..., son algunos síntomas del llamado síndrome posvacacional. Para evitarlo, nada mejor que empezar en el trabajo poco a poco
Tiene nombre. Lo que todos los trabajadores sufren año tras año a la vuelta de las vacaciones no es otra cosa que una ligera depresión, eso sí, pasajera, que los psicólogos han dado en llamar síndrome posvacacional.
La falta de ritmo y la añoranza de los días de relajamiento convierten a los trabajadores, empleados y directivos, que en eso no hay clases, en sufridores de un buen número de síntomas, que van desde el cansancio físico a la tristeza, pasando por la falta de apetito o el cambio de los ciclos del sueño.
Pero los expertos recomiendan tomárselo con tranquilidad. Se pasa. Aconsejan, eso sí, motivarse ante la proximidad de días festivos y de puentes, mantener una actitud positiva ante el reencuentro con los compañeros y llevar al lugar de trabajo una foto que recuerde los momentos agradables de las vacaciones. Son algunas de las recomendaciones que, según el área sanitaria de la mutua Asepeyo, son claves para superar el síndrome posvacacional.
No son las únicas fórmulas. También es recomendable realizar un inicio progresivo de la actividad y, sobre todo, tener en cuenta que el trabajo es una actividad normal, no un problema con el que tenemos que enfrentarnos o una rutina.
Una semana de depresión
Compartir con los compañeros las vivencias de las vacaciones, pero no añorarlas son otros de los consejos para superar con éxito y en un plazo de tiempo que no suele superar la semana la depresión que ocasiona la vuelta al trabajo.
Una vez allí, lo mejor es tomarse las cosas con filosofía y con tranquilidad. Lo mejor que se puede hacer es no pretender resolver en un solo día todo el trabajo acumulado, por mucho que la mesa esté hasta arriba de papeles. Y, sobre todo, evitar llevarse el trabajo a casa para continuar resolviendo asuntos a través del móvil o el portátil.
Además, la vuelta al trabajo tras las vacaciones es un buen momento para planificar las tareas, marcarse objetivos y determinar las prioridades para los próximos meses.
Los efectos negativos causados por el choque brusco entre el ritmo de las vacaciones y la rutina del trabajo también pueden aminorarse buscando momentos de ocio en el día a día y no esperar únicamente al fin de semana. La vuelta de las vacaciones puede suponer, además, una oportunidad. Septiembre es siempre un buen momento para comenzar a hacer nuevas actividades al margen del trabajo.
Pero la clave para lograr un síndrome posvacacional lo más corto posible es tomarse las cosas con filosofía y mantener, por encima de cualquiera de los síntomas del síndrome, una actitud positiva.
Médicos, maestros y periodistas
Aunque lo que los expertos han bautizado como síndrome posvacacional perjudica a todos los trabajadores, algunos profesionales se ven más afectados que otros. Según el área sanitaria de la aseguradora Asepeyo la vuelta al trabajo después de las vacaciones puede ser especialmente dura para los profesionales del área de la salud, educación, periodismo o la seguridad y suele aparecer o incrementarse en función de variables como la edad, el sexo, la antigüedad en el puesto de trabajo y la personalidad de cada trabajador.Y aunque la mayor parte de los síntomas de la depresión que causa la vuelta al trabajo, entre los que destaca la apatía, el nerviosismo, la fatiga y la ansiedad no revisten gravedad, los expertos de la mutua Asepeyo recomiendan que no se baje la guardia.Advierten de que el hecho de convertirse en presa del síndrome posvacacional puede suponer, al menos durante los primeros días, 'un cierto riesgo en función del trabajo que se realiza'. A pesar de que señalan que es normal que tras el periodo vacacional se mantenga una cierta relajación, no por ello se deben reducir las medidas de seguridad laboral, en especial si se llevan a cabo actividades que exigen al trabajador una especial concentración.