Menos impuestos
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dio este domingo el pistoletazo de salida del nuevo curso político al anunciar la congelación de los impuestos especiales de nuevo en 2004. Como siempre que se aproximan citas electorales (y septiembre supondrá el inicio de la precampaña para las generales), el Gobierno saca del cajón una tentadora propuesta fiscal. Pero, además de recabar votos, la medida dejará más dinero en los bolsillos de los ciudadanos. Y la experiencia reciente demuestra que las rebajas impositivas tienen un efecto saludable en la economía española. Alejada de los problemas de déficit que azotan a los vecinos, España puede permitirse seguir impulsando su motor con rebajas impositivas para continuar creciendo por encima de la media de la UE. Habrá que vigilar, eso sí, el persistente diferencial de inflación que erosiona la competitividad. Y evaluar hasta dónde pueden bajarse los gravámenes sin drenar al Estado de recursos básicos para el desarrollo, que aún presenta carencias básicas en áreas como infraestructuras e investigación.