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Infraestructuras

Dragados abre la autopista que une Lisboa con España por Salamanca

La concesionaria portuguesa participada por Dragados Concesiones, denominada Scutvias, ha finalizado y abierto al tráfico la A-23, también conocida como Scut Beira Interior, tras haber finalizado los dos últimos tramos de la nueva autopista cinco meses antes de lo que preveía el contrato. La A-23 ha requerido una inversión total de 771 millones de euros, que la concesionaria deberá recuperar en un plazo de 30 años. Esta infraestructura permite circular por autopista desde Lisboa a Guarda, localidad portuguesa próxima a la localidad salmantina de Fuentes de Oñoro, limítrofe con Portugal. El nuevo recorrido reduce la distancia entre Lisboa y Guarda de 402 kilómetros a 305 kilómetros y el tiempo de recorrido en más de hora y media.

Asimismo, el tramo Guarda-Fuentes de Oñoro, en la frontera con España, está en construcción por otra concesionaria y apenas quedan seis meses para la finalización de las obras, con las que se completará el recorrido íntegro desde Lisboa hasta la frontera. De forma paralela, está en ejecución en España la autovía que enlaza Fuentes de Oñoro con Salamanca, donde conectará con la red de gran capacidad ya en servicio. Las obras de este tramo finalizarán en 2004.

La concesionaria Scutvias, en la que participa directamente Grupo Dragados con un 20% del capital e indirectamente con otro 13,34% a través de su participada portuguesa Sopol, se adjudicó en 1999 el contrato de construcción y conservación de la A-23. El plazo de la concesión es de 30 años y su gestión se realizará mediante el sistema de peaje en sombra, por el que la empresa concesionaria recibe los ingresos de explotación del Estado en función del número de vehículos que circulan en los diferentes tramos, variando los ingresos en función del estado de la autopista y del índice de siniestralidad. Los ingresos previstos para 2005, cuando esté en plena operación, se han estimado en unos 130 millones de euros.

El trazado de esta autopista, que forma parte de la Red TEN (Red Europea de Transportes), tiene una longitud de 177 kilómetros y discurre entre las localidades portuguesas de Abrantes y Guarda.

El año pasado ya se habían abierto al tráfico dos tramos de la autopista. Los dos últimos que acaban de entrar en servicio y que completan la autopista corresponden a los tramos entre Gardete y Castelo Branco, de 44 kilómetros, y el que discurre entre Alcaría a Belmonte, de 22 kilómetros.

Dragados ha participado en el diseño y gestión de la concesión, la construcción y la instalación de los sistemas de peaje y de seguridad y comunicación de los ocho túneles del recorrido.

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