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Francia se enfrenta a la UE por los cosméticos

Cerca de 40.000 animales mueren cada año en Europa al ser empleados en experimentos realizados por compañías de cosméticos, según la Unión Británica para la Abolición de la Vivisección (Buav). Para evitarlo, la UE aprobó en febrero, con las objeciones de Francia, prohibir al sector, a partir de 2009, la experimentación en animales y la importación de cosméticos que hayan sido testados en animales.

En realidad, la iniciativa europea fue un paso atrás respecto a las pretensiones de grupos ecologistas y buena parte del Parlamento Europeo, que pretendía que la prohibición entrara en vigor el próximo año.

Sin embargo, ante la oposición de Francia, se consensuó retrasar el veto a 2009. Se trató de la séptima modificación de la directiva. En la actualidad sólo Reino Unido y Países Bajos prohíben en Europa la experimentación en animales, aunque sí permiten la venta de artículos de otros países en los que están permitidas dichas prácticas.

Pero ayer el Gobierno francés, con el apoyo de la Federación Europea para Ingredientes Cosméticos, dejó claro que seguirá luchando contra la prohibición anunciada. La advertencia puede ser una respuesta a una amenaza proveniente del mismo Parlamento Europeo.

Según la agencia Reuters, un miembro británico del Parlamento Europeo amenazó con iniciar un boicot contra L'Oreal, el grupo francés líder mundial del sector. Un portavoz de la compañía aseguró que L'Oreal dejó de experimentar en animales en 1999 y que lleva 20 años buscando la posibilidad de realizar pruebas alternativas. La Asociación Europea de Artículos Cosméticos señala que empresas como L'Oreal, Wella y Procter & Gamble han invertido 500 millones de euros en desarrollar nuevos test y que han abandonado la práctica de probar los artículos en animales. La industria europea factura al año 50.000 millones de euros.

Francia se ha dirigido al Tribunal Europeo de Justicia para subrayar que la ley aprobada en febrero rompe acuerdos con la Organización Mundial del Comercio, y que tendría un impacto negativo sobre la industria europea desproporcionado si se compara con los beneficios que se conseguirían por velar por la salud de los animales.

'Para mantener su presencia en los mercados internacionales', estima el Gobierno francés en un comunicado, debe 'determinarse' el ámbito en el que será aplicada la ley. Según el Ejecutivo galo, la ley entraña ambigüedades. 'Indudablemente, Francia está actuando presionada por su industria de cosméticos', ha declarado una portavoz de Buav.

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