Francia admite que las altas temperaturas han provocado 5.000 muertos
La ola de calor en Francia se ha cobrado la vida de unas 5.000 personas en los últimos quince días, según admitió ayer el ministro de Salud galo, Jean-François Mattei, quien opinó que esta cifra era 'creíble' aunque no la definitiva.
Este reconocimiento se produce apenas un día después de que el propio Mattei dijera que el balance de fallecidos no debería exceder de una previsión de 1.600 a 3.000 personas.
Una vez reconocido el error de previsión y en medio de fuertes críticas sobre la lentitud de las autoridades francesas en reaccionar a la ola de calor, el Gobierno aseguró ayer que 'no había sido informado con la suficiente antelación del desastre latente'. Según el ministro de Salud, los servicios de alerta sanitaria de la Dirección General de Salud del instituto de vigilancia sanitaria no funcionaron.
Esto ha provocado la dimisión del director general de Salud francés, Lucien Abenhaim, que se convirtió así en la primera víctima política de la ola de calor.
El ya ex director general de Salud explicó en su carta de dimisión que ésta estaba motivada por 'las polémicas actuales sobre la gestión de la epidemia asociada al calor', y en su deseo de 'poder explicarse serenamente'.
Ahora, el Gobierno francés volverá de vacaciones y deberá abordar este asunto y sus consecuencias de forma inmediata y prioritaria en la primera reunión del Consejo de Ministros que se celebrará este jueves.