Alstom recibirá 2.800 millones del Estado francés y 30 bancos
En un gesto poco habitual hacia una empresa privada, el Estado galo se hará con el 31,5% del capital de Alstom, tras haber suscrito el 50% de los 600 millones de euros de la ampliación que está a la espera de su aprobación por la junta de accionistas en septiembre. Los 300 millones restantes se ofrecerán a los accionistas, garantizados a un precio de 1,25 euros por título.
La gigantesca operación, protagonizada por la entrada repentina del Estado, prevé además la emisión de obligaciones canjeables en acciones por valor de 900 millones de euros (ampliable hasta 1.000 millones) con derechos preferenciales para los actuales accionistas, a un precio de emisión de 1,4 euros, un interés del 2% y con vencimiento el 31 de diciembre de 2008. Pese a exponerse a la prohibición de Bruselas, que podría vetar la operación por transgredir el principio de libre competencia, el ministro de Economía y Finanzas, Francis Mer, se mostró confiado en 'el buen entendimiento' con las autoridades de la competencia de la CE, si bien podrían darse 'condiciones suplementarias' para dar luz verde a la operación.
El presidente de la compañía, Patrick Kron, justificó la acelerada intervención estatal por la degradada situación financiera, que había llevado a una pérdida de confianza de los clientes, que 'corría el riesgo de ser mortal si no se trataba rápidamente'. Kron justificaba ayer con tono trágico el compromiso del Estado, al que cree convencido de que 'Alstom, con sus trenes de alta velocidad, sus centrales, sus barcos, constituye una actividad importante para Francia', en una entrevista al diario Le Monde.
Argumentos que deberán convencer al comisario Mario Monti, de quien también se espera que tenga en cuenta la dimensión europea de la empresa, presente en 70 países, que ya anunció la supresión de 5.000 empleos, fundamentalmente en Europa. Argumentos que han dejado 'atónito' al ex portavoz de Air Liberté, el segundo grupo aéreo galo que, tras no poder pagar una deuda de 120 millones, fue liquidado en febrero, con la supresión de 3.200 empleos.
Al no tratarse de una nacionalización en sentido estricto, sino de una operación de salvamento, el Estado limitará su presencia en Alstom a 'uno, dos o tres años', según su director financiero, Philippe Jaffré, una vez confirmado el restablecimiento del grupo. Mer explicó además que 'corresponde a Alstom gestionar las consecuencias industriales y sociales' del plan de reestructuración, si bien contará con dos representantes en el consejo de administración. La operación prevé también un crédito de 1.300 millones, de los cuales, 200 los concederá el Estado.
En una rueda de prensa, Mer recordó que Alstom 'no es una empresa francesa, sino europea' que subcontrata mucha actividad a otros grupos del continente. Y agradeció la intervención del Banco de España ante los dos primeros bancos españoles, BBVA y SCH, que no han querido informar sobre el riesgo que tienen con la empresa.