La mano de obra en los países candidatos a la UE es cuatro veces más barata que en España
El coste de la mano de obra en los futuros socios de la UE es cuatro veces inferior al de España, y hasta seis veces más bajo que la media de los Quince, según refleja un informe con datos de 2000 difundido hoy por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat). Este indicador se calcula sumando el salario, la cotización social, y otros gastos de mantenimiento.
Cada hora de trabajo en la industria o los servicios de los países candidatos cuesta al empresario una media de 3,47 euros, mientras que en España se eleva hasta a los 14,22 euros y en el conjunto de la UE alcanza los 22,19 euros. La tasa media oculta fuertes disparidades. Así, mientras en Bulgaria o Rumania la mano de obra se cotiza a menos de dos euros la hora (1,35 y 1,51 euros respectivamente), en Chipre (10,74) o Eslovenia (8,98) resulta ser más cara que en algunos países ya integrados en la UE, como Grecia (10,4) o Portugal (8,13).
Pero en ningún candidato, el indicador roza el nivel de España, ni mucho menos el de la media europea. Además, la brecha se hace extrema si se toman como referencia los miembros de la UE donde las mano de obra resulta más onerosa: Suecia (28,56 euros), Dinamarca (27,10), Alemania (26,34) y Francia (24,39 euros). Este diferencial puede incitar a las multinacionales a trasladar las factorías ubicadas en los Quince hacia los nuevos socios, a medida que estos vayan entrando en el mercado común, a partir de mayo de 2004.
Por sectores, los mayores contrastes se dan en la de producción y transporte de energía (4,18 euros en los países candidatos, frente a 30,2 euros en la UE y 15,12 en España), finanzas (6,45 euros, frente a 34,28 y 26,72 en España) y en manufacturas (3,09 frente a 22,75 euros y 14,63 en España). En cambio, las distancias se acortan en la hostelería (2,62 frente a 14,63 euros y 9,97 en España) o el comercio (3,20 frente a 18,20 y 12,00 en España).
Las proporciones se mantienen al analizar el coste de la mano de obra en términos mensuales. La media de los países candidatos (520 euros), es casi cuatro veces más baja que la española (2.031 euros) y está seis veces por debajo de la media de la UE (3.169 euros). Y eso a pesar de que el número medio de horas trabajadas al mes es más alto
en los futuros socios que en los Quince: 150 frente a 143 horas mensuales, la misma media que ostenta España .