La destrucción de empleo frena el optimismo
La insatisfacción persiste en Wall Street ante la confusión que generan los últimos datos económicos. La inesperada destrucción de empleo en julio, conocida ayer, frenó el optimismo sobre la recuperación económica. Buenas noticias no faltaron, como el aumento del índice ISM de actividad industrial o la mejora mayor de lo esperado de la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan. Los datos del paro fueron los que movieron al mercado. El Dow Jones cedió un 0,86%; el S&P 500, el 1,03%, y el Nasdaq, un 1,12%.
Las últimas dos semanas han estado cargadas de referencias económicas. El inesperado repunte del PIB o la mejora de los pedidos de bienes duraderos dieron motivos de euforia, aunque siempre muy efímera. A una de cal ha seguido otra de arena. La inesperada caída de confianza del consumidor o la destrucción de 44.000 empleos en julio, cuando el mercado preveía la creación de 18.000 puestos de trabajo, no acaban de confirmar que llegan tiempos mejores. La tasa de paro cayó hasta 6,2% en julio desde el 6,4%, pero fue más un reflejo de las salidas que se produjeron en el mercado laboral que de la creación de empleos.
Queda por descubrir la verdadera tendencia de fondo. Los resultados empresariales apuntan a la teoría optimista. Durante la semana los índices se han movido en rangos estrechos y las malas noticias no se han penalizado en exceso. El Dow Jones ha caído un 1,41% para romper con cuatro semanas consecutivas de alzas. El Nasdaq cayó un 0,87%. La deuda también cedió y la rentabilidad del bono a 10 años escaló hasta el 4,416%.