El apagón de Mallorca enfrenta a Endesa con el Gobierno
El presidente de Gesa-Endesa, Bartomeu Reus, pidió ayer una solución de urgencia y definitiva para el problema energético de Baleares después del apagón que afectó a Mallorca el pasado lunes. El presidente de la compañía insistió en que tras las inversiones realizadas en los últimos seis años, 420 millones en generación de energía y otros 180 millones en transporte, es urgente que el gas llegue de una vez por todas al archipiélago.
Entre las inversiones figura la construcción de dos grupos de ciclo combinado, de los que uno está a pleno rendimiento y el otro, al 33%. Estos grupos funcionan con gas-oil, a la espera de que llegue el gas, lo que perjudica notablemente a la maquinaria y ha generado un sobrecoste para la compañía de 35 millones en los últimos tres años, explicó Bartomeu Reus.
El presidente de la empresa suministradora recordó que Gesa-Endesa ha invertido 'de forma preventiva' en generación y transporte, ya que la regulación anterior le obligaba a invertir en gas. 'Tal vez sea el momento de que las Administraciones piensen de una vez cuál debe ser el marco legislativo. Nosotros nos hemos anticipado a las Administraciones y tal vez ahora sea el momento de que cambien la legislación'.
El presidente de la filial de Endesa eludió mostrar sus preferencias entre la construcción de un gasoducto, tal como proponía el anterior Gobierno del socialista Francesc Antich, o si apoya la opción del cable eléctrico que defiende ahora Jaume Matas, su principal valedor. Reus invitó a las Administraciones a una reflexión conjunta sobre si las previsiones de demanda realizadas en Baleares son las adecuadas.
Respecto al apagón, que dejó a más de 300.000 clientes y a más de un millón de personas sin luz durante horas, el director general de la empresa, Jaime Reguart, explicó que todo se debió a un problema en uno de los transformadores de las subestaciones provocado por una sobreintensidad en la red del 10%. Reguart aseguró que los técnicos todavía no tenían una explicación a este hecho, dado que en ese momento, a las 17.45 de la tarde, no se había producido ningún incremento en la demanda.
No obstante, horas antes de que se produjera el apagón la compañía había enviado un comunicado alertando sobre un récord de consumo, con un total de 880 megavatios. Este récord fue de nuevo superado ayer, al llegarse a 983 megavatios, sin que se produjeran incidentes. El presidente de Gesa-Endesa insistió en que el apagón no se debió a un déficit de generación, puesto que la entidad tiene en estos momentos instalada una potencia de 1.200 megavatios.
Expediente
De momento, el Gobierno balear ya ha abierto un expediente informativo para determinar con exactitud el origen y el alcance del apagón. Además, Gobierno y empresa suministradora han creado una gabinete de crisis para coordinarse ante cualquier eventualidad.
Endesa ha abierto una oficina para atender a los clientes perjudicados. La Asociación de Restauración de Mallorca, una de las principales afectadas por el corte, anunció ayer que emprenderá acciones judiciales para reclamar el pago de las pérdidas, que todavía no se han cuantificado.
La planificación gasística del PP marginó a las islas
La situación energética balear es fruto del permanente desencuentro político entre los dos principales partidos de las islas, PP y PSOE. El anterior Gobierno balear, presidido por el socialista Francesc Antich, aprobó en 2001 un primer plan energético, que optaba por la construcción de un gasoducto de 316 kilómetros para conectar el archipiélago con la Península, con un coste de 236,6 millones. El Gobierno autonómico había rechazado la opción de construir una planta de regasificación en Mallorca y otra en Ibiza, ya que se trataba de una solución más cara y con un mayor impacto ambiental. Esta solución estaba pactada con las principales empresas suministradoras de las islas, Enagás y Endesa, hasta el punto de que esta última compañía ha realizado fuertes inversiones en Mallorca para adaptarse a la nueva planificación. La propuesta contó con el apoyo de la CNE, que aprobó el proyecto en 2002.El PP de Baleares se opuso a la construcción del gasoducto al considerar que la mejor opción era la construcción de un cable energético. El 16 de julio de 2002, el informe-propuesta del Gobierno sobre las inversiones gasísticas en España cayó como una bomba en Baleares, puesto que no incorporaba la opción del gas. El secretario de Estado de Economía, José Folgado, justificó la medida en que había que integrar Baleares en el sistema eléctrico peninsular. 'Hay otras regiones que tampoco tienen gas', aseguró en su día.En definitiva, el Gobierno de Aznar cerró la planificación gasística española, excepto la de Baleares.
'Tengo el mínimo interés por un cargo que no he ganado'
A pesar de la gravedad del apagón del lunes, nadie esperaba que Bartomeu Reus, presidente de la filial de Endesa en Baleares, arremetiera contra el Gobierno del PP. Al fin y al cabo, Reus es considerado 'un hombre de Matas', a quien ofreció, cuando ocupó por primera vez la presidencia de Baleares, una megaconsejería con competencias en medio ambiente, obras públicas y, cómo no, energía.Tampoco parecía previsible un arrebato de sinceridad que le llevó a reconocer públicamente, ante la pregunta de si estaría dispuesto a dimitir, que 'no tengo el mínimo interés en conservar un puesto que no me he ganado'.No obstante, Reus explicó que la empresa no asumirá responsabilidades hasta que no se sepa con certeza las causas del fallo en la red y y descartó que éste fuese achacable a la gestión del actual equipo directivo.