El Ibex cae un 0,98% y deja de ser el mejor índice de Europa
La ventaja del Ibex ha durado un día. Si la víspera terminaba como el único índice de Europa al alza (+0,18%), ayer hacia lo contrario, era el que más caía (-0,65%). El vencimiento de opciones y futuros, como cada tercer viernes de mes, pasaba inadvertido. El mercado negoció lo que vino haciendo en sesiones anteriores (1.300 millones de euros netos). El despiste en el que se encuentran los mercados unido al estío han dejado secos los mercados.
El Ibex ha tenido una semana de auténtica indecisión, con aproximaciones a los máximos anuales seguidas de fuertes resistencias. Retrocede en el periodo un 0,98% y alejado del nivel de referencia más inmediato, los 7.000 puntos. En esta semana, además, ha perdido su liderato en términos anuales para cedérselo al Dax. Aun así, el índice español conserva una ganancia del 14,30%.
El resultado de la semana deja el acumulado mensual prácticamente en tablas, con una revalorización del 0,56%.
La tanda de publicación de resultados continuó ayer. Ericsson y Microsoft agradaron con sus balances, aunque no consiguieron levantar el ánimo de los inversores.
En la Bolsa española las fuertes caídas se quedaron en los valores que más ganaron la víspera. Sogecable y Zeltia retrocedieron el 4% y 6,23%. En la semana, sin embargo, la compañía de medios ha logrado el podio tras ganar un 6,96%.
Estos últimos cinco días han sido claves para los mercados. Las referencias se han centrado en los resultados empresariales en Estados Unidos y en la comparecencia de Alan Greenspan ante el Congreso y el Senado para dar cuentas del estado de la economía.
Las compañías de EE UU han arrojado unos balances mixtos. Ha habido resultados muy buenos, como en el caso de los grandes bancos Merrill Lynch y JP Morgan, y otros que han superado previsiones a costa de sacrificar costes, pero sin incrementar las ventas. Por otro lado, se ha registrado un número importante de empresas que han decidido rebajar previsiones de beneficio para los próximos trimestres.
El discurso de Greenspan tampoco aclaró muchas cosas. El presidente de la Reserva Federal dio una de cal y otra de arena intentando dejar satisfechos a todos.
¿Las consecuencias? Despiste en los mercados y caídas generalizadas porque se había estado descontando un escenario empresarial más optimista.
Los analistas ven con preocupación el futuro. El grosor de resultados ya se ha producido y Greenspan ha hablado. Creen que los mercados están en una situación delicada, en la que necesitan catalizadores de peso para superar la resistencia que han encontrado. Con el verano de lleno y la cercanía del mes de agosto, difícilmente podrán aclararse tendencias, dicen los expertos.
Mientras, el mercado de renta fija ha entrado en una fase de fuerte especulación. Los precios de los bonos se recuperaban ayer, pero en la semana han alcanzado mínimos de los últimos dos meses, con la consiguiente escalada de la rentabilidad.