EE UU da largas a las constructoras españolas interesadas en Irak
Los negocios en Irak para las empresas españolas serán limitados y muy a largo plazo. En contraste con el optimismo inicial transmitido desde la presidencia del Gobierno, la experiencia real de los empresarios interesados en la reconstrucción del país asiático sólo ha generado desilusión y escepticismo.
A los problemas derivados de una tramitación compleja y muy costosa, se une ahora el plazo de casi año y medio que Bechtel, una de las empresas contratistas designadas por el Gobierno estadounidense para adjudicar los proyectos en Irak, dio recientemente a una delegación de las principales constructoras españolas.
Durante una reunión celebrada en la sede de la firma estadounidense para conocer directamente los proyectos y las posibilidades de participación en la reconstrucción, los directivos de Bechtel recomendaron a sus interlocutores españoles que volvieran a final de 2004 para empezar a hablar .
Un plazo ante el que muchas de las sociedades interesadas en Irak han empezado a reconsiderar la conveniencia de continuar con el proyecto y que coincide con el que manejan los responsables de la Secretaría de Estado de Comercio, que coordina con Defensa la participación española en la reconstrucción, quienes aseguran que 'hasta el último trimestre del año próximo no será posible tener ultimados todos los procesos previos a la adjudicación de los contratos'. De hecho, fuentes cercanas a una de las constructoras presentes en la reunión reiteran este escepticismo y recuerdan que Irak sigue siendo un país en guerra. Además, sus trabajos estarían bajo el control de EE UU y, de ganar algún proyecto, las constructoras españolas actuarían como subcontratistas de Bechtel, por lo que su margen de negocio sería escaso.
Fuentes de Comercio recuerdan que el propio secretario de Estado, Juan Costa, advirtió ya a finales de mayo, que las posibilidades de negocio eran 'a medio y largo plazo'. Responsables de este departamento advierten que 'la necesidad de elaborar primero el presupuesto de ingresos y gastos hace imposible adjudicar cualquier contrato de envergadura, y este presupuesto no podrá elaborarse hasta después de la Conferencia de Donantes, prevista para octubre'.
En el Gobierno insisten en que estos plazos son 'para todas las empresas y para todos los países', aunque anuncian que el Banco Mundial 'está empezando ya a concretar pequeños proyectos para pymes' .
Los militares
Por otro lado, los informes y las comunicaciones que envían el responsable de la oficina comercial de España en Bagdad, Miguel Ángel Irizo, y el delegado del Ministerio de Economía, Carlos Molina, avalan la opinión del Gobierno e insisten en recomendar 'cautela' antes de emprender viajes y negocios.
En Irak coexisten hoy dos Administraciones, la civil y la militar, y los diplomáticos españoles, como los europeos en general, constatan que los militares estadounidenses consideran que 'mientras sigan muriendo soldados del ejército aliado la guerra no ha terminado y les molesta la presencia de civiles con maletines para hacer negocio'.
Además de las constructoras, también las eléctricas españolas, como es el caso de Iberdrola, han mantenido contactos directos con Bechtel. La página web de esta firma, abierta a las compañías interesadas en las subcontrataciones en Irak, tiene ya inscritas 78 empresas españolas de distintos sectores (tales son los casos de Indra y Babcock), aunque la mayoría de ellas optan por vías alternativas al portal recomendado por Defensa.
La propia Economía se está encargando de coordinar, a través de la empresa pública Expansión Exterior, las ofertas españolas en los sectores de construcción, eléctrico y de aguas, para evitar que compitan entre sí. También la privada Nova Internacional, asociada con la asesoría Sinny, está facilitando a empresas puntuales el acceso a los lobbies con influencia en Washington.
Las estimaciones realizadas por la Secretaría de Estado de Comercio elevan el coste total de la reconstrucción de Irak a 74.965 millones de dólares durante los próximos 10 años, de los que 41.155 millones corresponden a las inversiones más urgentes a realizar hasta el año 2005, incluyendo entre estas últimas el coste de la Administración pública, que se ha estimado en 21.460 millones de dólares.
Subcontrataciones a precio cerrado
A pesar de reconocer que las posibilidades de negocio a corto plazo 'son muy escasas', el secretario de Estado de Comercio, Juan Costa, ha señalado que a medio y largo plazo las oportunidades están en los sectores de sanidad, educación, agua y medio ambiente, energía, carreteras, aeropuertos, agricultura, hoteles y vivienda.Desde EE UU se ha insistido en que existe una 'gran predisposición' del Gobierno para que las empresas españolas participen 'de forma sustancial en la reconstrucción'.Un factor que está contribuyendo al desaliento de los empresarios es que los proyectos que se adjudique serán subcontrataciones con precio cerrado. Y la complejidad de la tramitación de las ofertas y la falta de experiencia de las empresas y el Gobierno español para trabaja con los lobbies de Washington es una dificultad añadida.La recomendación de registrarse en los portales de las contratistas de EE UU que hace la página abierta en Internet por Defensa es insuficiente.Además de registrarse las empresas aspirantes deben cumplir con la normativa de exportación de EE UU, estar dadas de altas en Dun & Brastreed y presentar avales y seguros. Un proceso que como señalaba el presidente de la Cámara de Comercio Americana en España, Jaime Malet, 'es complicado y muy costoso para las empresas que, además, tampoco tienen claro que sea rentable'.