Las advertencias sobre resultados vuelven a escena
Motorola, Ford, JP Morgan y Lucent rebajan las previsiones y provocan caídas en Wall Street, aunque limitadas
El mismo argumento con distintos actores se repitió ayer en Wall Street. El sentimiento de que las valoraciones actuales en Bolsa no se justifiquen con los resultados empresariales revivió en el ánimo de los inversores. Si hace una semana fue Yahoo el detonante del nerviosismo, ayer les llegó el turno a Ford, Lucent, Motorola y JP Morgan. Las cuatro empresas emitieron advertencias sobre los beneficios de los próximos trimestres, tras varios meses de ausencia de este tipo de anuncios.
A pesar la avalancha, las caídas fueron limitadas. Gracias a un repunte final, el Dow redujo la caída al 0,38% y el Nasdaq, al 0,3%.
Intel fue responsable en gran medida de la moderación de las pérdidas. La empresa de semiconductores anunció el martes al cierre un beneficio de 896 millones de dólares en el trimestre, el doble del registrado en 2002. La Bolsa recibió las cifras con un alza del 4,98%.
Lucent Technologies bajó un 12% después de advertir que los resultados del tercer trimestre no alcanzarán las expectativas debido a la caída del negocio de redes. Además, S&P amenazó con rebajar de nuevo la calificación de la empresa. Tampoco ayudó Motorola, que anunció un beneficio por encima de lo esperado, pero alertó que el trimestre actual será peor de los pronósticos. Retrocedió un 4,9%.
Las alertas no sólo procedieron del sector tecnológico. Ford sufrió una caída del 32% en el beneficio y reconoció peores resultados en los próximos meses. Bajó el 5,93%.
A todas ellas se sumó JP Morgan, que ganó un 78% más en el segundo trimestre. Este buen resultado, sin embargo, no se reflejó en la acción, que bajó un 2,9% por las dudas mostradas por el banco sobre el segundo semestre. Sears Roebuck sumó el 8,55% tras vender su filial de tarjetas de crédito a Citigroup. Esta última cayó un 2,95% presionada por el anuncio de la marcha del presidente, Sanford Weill, a final de año.
Greenspan volvió a comparecer ante el Senado y reiteró la preocupación de la Reserva Federal por el riesgo de deflación. El interés del bono a 10 años perdía ayer posiciones después de la fuerte subida del martes, la mayor en seis meses. Se situaba en torno al 3,95%.
La debilidad de Wall Street en el periodo de coincidencia operativa arrastró los mercados europeos. París se dejó el 0,9% y Londres, el 0,62%. Sólo Fráncfort subió, un 0,09%.
Aseguradoras y medios de comunicación fueron los únicos sectores que lograron cerrar la sesión en positivo. Las mayores pérdidas correspondieron a las empresas de comercio minorista, después de que los resultados de Marks & Spencer no indicaran síntomas de mejoría en las ventas, tal y como los inversores habían pronosticado. Perdió el 7,09% y atenazó otros valores de este grupo, como Dixons y Kingfisher, que bajaron el 3,15% y 1,32%.
Las tecnológicas, especialmente los fabricantes de chips, vivieron una sesión de ida y vuelta. Las ganancias iniciales, derivadas de los resultados de Intel, se desinflaron tras publicarse las cuentas de ASML. La holandesa, que anunció una pérdida de 64 millones de euros, más de lo esperado, retrocedió un 4,67%. Además, dijo que despedirá un 11% adicional de la plantilla. Otras empresas de chips, como Infineon y ST Microelectronics, ganaron el 0,64% y 0,34%.
En el lado positivo, las aseguradoras prolongaron la mejora y finalizaron la jornada de ganancias consecutivas. Munich Re ganó el 2,6% y Swiss Life, un 2,52%.
Las pérdidas se impusieron en las Bolsas latinoamericanas. México bajó un 1,35% y São Paulo, el 0,93%. La plaza brasileña rompió así la racha de dos avances consecutivos.
Tokio mantiene el tono dubitativo. El Nikkei cayó ayer un 0,15%, hasta los 9.735 puntos. La química Takeda fue uno de los principales lastres, con una caída del 1,76%. En el polo opuesto, Tokyo Electron se anotó un 1,25% gracias al resultado de la Intel.