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Comercio exterior

La inversión exterior, en caída libre

La anunciada recuperación de la economía internacional, pospuesta ahora para el último trimestre de este año, parece que no llegará a tiempo, si finalmente se produce, para evitar un nuevo desplome de las inversiones directas en el exterior a nivel mundial.

Afectadas por la debilidad de las economías punteras de la UE y la lenta recuperación de EE UU, la falta de solidez de los mercados de valores, las incertidumbres políticas y el temor a la deflación en algunos países industrializados, las operaciones transfronterizas de fusión y adquisición de empresas volverán a caer en torno a un 25% en 2003, tras el descenso del 20% sufrido en 2002.

æpermil;sta es la previsión que avanza el último informe de inversiones enviado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a los Gobiernos de los países miembros de este selecto club que agrupa a los 30 países más industrializados del planeta.

De confirmarse, el volumen de inversiones extranjeras directas de este grupo de países, que aportan prácticamente la totalidad de la inversión mundial, se elevaría en 2003 367.500 millones de dólares (unos 325.000 millones de euros), frente a los 490.000 millones de dólares alcanzados el año pasado.

El avance de los datos de algunos de los principales países inversores durante el primer trimestre confirman estas poco halagüeñas expectativas. En Estados Unidos, primer exportador mundial de capitales, las inversiones directas en el exterior han caído un 26%, pasando de 35.000 millones de euros en enero-marzo de 2002 a sólo 26.000 millones en los mismos meses de este año.

En Holanda, la caída en el periodo es del 40%, 6.000 millones de euros frente a 10.000 millones un año antes; mientras que se observa una recuperación en Alemania, donde las operaciones de inversión directa transfronteriza se eleva a 7.000 millones de euros tras registrar un saldo neto desinversor de 1.000 millones en los tres primeros meses de 2002.

En línea con la evolución general de sus socios de la OCDE tampoco España se salva de este parón inversor, aunque una operación de ETVE (Entidades Tenedoras de Valores Extranjeros) en el sector de fabricantes de automóviles por importe de 4.200 millones de euros ha venido, a última hora, a maquillar los resultados.

Descontando esta operación de holdings extranjeros, que apenas dejan valor añadido en nuestro país, los datos del Banco de España para el periodo enero-marzo recogen unas inversiones netas directas españolas en el exterior de sólo 26,6 millones de euros, una cantidad ridícula comparada con los 2.932,2 millones invertidos en los mismos meses de 2002.

La desinversión del SCH

Tres operaciones explican prácticamente la totalidad de este desplome inversor. Dos recuperaciones de préstamos a filiales por un importe total de 1.334 millones de euros; y la desinversión del SCH, en el sector financiero, por valor de 1.400 millones.

Responsables del banco emisor y del Ministerio de Economía coinciden en destacar el carácter 'ambiguo' que tienen las operaciones de préstamos, ya que contabilizan como inversión directa lo que no son más que créditos a las filiales para ampliar actividades en etapas expansivas o para cubrir tesorería en épocas de crisis, mientras la recuperación de esos créditos se apunta como desinversión.

Técnicos de Economía y del Banco de España están trabajando ya para conseguir armonizar las cifras de inversión y eliminar de ellas estos desfases de tesorería

Destacan también ambos organismos que los datos del primer semestre mostrarán, muy probablemente, 'una importante recuperación de las inversiones españolas en el exterior' al incluir ya la citada operación de ETVE en automóvil y la compra por parte del grupo hispano-francés Altadis del 80% del monopolio de tabacos de Marruecos, Regie des Tabacs.

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