Debilidad de la actividad económica en Alemania
La producción industrial alemana no termina de repuntar y, tras unos alentadores últimos meses de 2002 y primeros de 2003, está volviendo a empeorar. Los últimos datos de abril-mayo han sido malos y el crecimiento de su ciclo-tendencia vuelve a ser prácticamente negativo. En mayo, el índice desestacionalizado de producción industrial (IPI) subió un 0,7% interanual, menos de lo esperado, y acumula un aumento de 1,1% en lo que va de año.
El perfil de la cartera de pedidos ha pasado en los últimos meses de una cierta indefinición a mostrar una clara caída. Las carteras de todos los tipos de bienes han empeorado en los últimos meses. Los pedidos interiores están muy mermados por la falta de fuerza del consumo nacional y la delicada situación de la banca privada. Tampoco las señales que provienen del resto del mundo, en particular del continente americano, son muy positivas, lo que no ayuda a que mejoren los pedidos exteriores. La falta de confianza en la recuperación económica mundial y la fortaleza del euro frente al dólar debilitan el sector exportador alemán. Además, la falta de dinamismo de su demanda interna y la elevada capacidad instalada no incentiva a la industria nacional a aumentar la inversión en bienes de equipo, ni a contratar nuevos trabajadores y, por consiguiente, tampoco a aumentar su producción. Esto, a su vez, no facilita que el mercado laboral salga de su particular crisis y que mejore el consumo, con lo que se genera un círculo vicioso del que resultará difícil salir este año.
Por todo esto, somos poco optimistas en cuanto al crecimiento esperado anual del IPI y reducimos su previsión hasta el 0,8%. Por su parte, el sector constructor sigue sin levantar cabeza. El IPI de construcción de mayo volvió a caer más de lo esperado, un 8,4%. En lo que va de año acumula una pérdida del 10,5%.