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Actividad

El sector exterior lastra la reactivación económica en el segundo semestre

Las dudas sobre la reactivación de la economía española siguen sin despejarse, habiendo transcurrido ya la primera mitad del ejercicio. Con un producto interior bruto (PIB) que lleva creciendo en torno al 2% en los últimos siete trimestres, son pocos los servicios de estudios que se atreven a vaticinar una pronta recuperación.

El fin de la guerra en Irak supuso un verdadero alivio que redujo la enorme incertidumbre que se concentró en el primer trimestre, con la primera potencia económica del planeta en guerra y los precios del petróleo instalados en una enorme volatilidad.

Sin embargo, el fin del conflicto bélico (que no de los problemas derivados de la ocupación estadounidense) ha vuelto a poner sobre el tapete los problemas endémicos de una economía como la europea, con enormes cuellos de botella, estrangulada por la parálisis de las reformas estructurales prometidas y que no acaban de venir.

En el caso de España, la economía parece haber iniciado una senda de expansión, pero de una forma muy lenta y sin seguridad de que sea sostenida.

Con un crecimiento del 2,1% en el primer trimestre y cerca de esta cifra (según el Banco de España y el propio Gobierno) en el segundo trimestre, el vicepresidente económico del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato se apresta ahora a rediseñar el nuevo cuadro macroeconómico para este año y avanzar el del próximo.

El cuadro macro, que se hará público entre los últimos días de julio y los primeros de agosto, contempla una revisión a la baja del crecimiento inicialmente previsto, del 3%. Desde el Ministerio de Economía se baraja una cifra en torno al 2,5%, aunque será el propio Rato quien dé el visto bueno a la cifra final. Para los Presupuestos del Estado de 2004, el Gobierno prevé que el PIB alcance un crecimiento del 3%. Los indicadores sintéticos que maneja Economía (compuestos por una serie de indicadores avanzados), apuntan hacia un crecimiento sostenido de la demanda aunque de forma pausada.

Según el último informe de coyuntura de PricewaterhouseCoopers (PwC), referido al tercer trimestre del año, la mayoría (el 59%) de las empresas y analistas consultados cree que la actividad se acelerará en los próximos seis meses, pero lentamente, de forma que la economía cerrará el año con un crecimiento medio de entre el 2,1% y el 2,5%, por debajo del 3% previsto.

La clave para la reactivación se encuentra en el sector exterior. Hasta marzo tuvo una aportación negativa de casi un punto al crecimiento global de la economía. Mientras la demanda interna creció el 3%, el sector exterior cayó casi un punto. En los últimos meses se ha registrado una ligera recuperación de las exportaciones, pero también de las importaciones. 'Percibimos una ligera mejora, pero lenta', comenta el presidente del Club de Exportadores, Balbino Prieto, quien avisa de los problemas para los comerciantes de un euro fuerte.

Bienes de equipo

Esta lentitud también se aprecia desde la industria. 'La inversión es un fenómeno con mucha inercia' advierte José Luis Castañeda, secretario general de Sercobe, la patronal de los bienes de equipo. Después de año y medio en recesión, Castañeda prevé que el sector crezca en torno al 2,5% este año, lo cual no está nada mal.

'Nuestras expectativas son positivas, pero sin euforia', admite, destacando la recuperación de mercados como China, frente a la atonía de otros como Brasil, Portugal o Alemania. Por subsectores, Castañeda admite la buena marcha de las actividades ligadas a la obra pública, especialmente el ferrocarril (ciclos combinados y gas), pero avisa del menor dinamismo en otros como la máquina herramienta, la industria agroalimentaria y el automóvil.

El fantasma de la deflación queda lejos

El fantasma de la deflación (bajada del nivel general de precios) que amenaza a economías como la estadounidense o la alemana no parece que vaya con España.Con un IPC instalado en el 2,7% desde hace dos meses, los empresarios confían en que los precios sigan bajando, pero no mucho más, habida cuenta de las presiones ejercidas desde algunos sectores, como los servicios y la alimentación, y la extrema volatilidad de las cotizaciones del petróleo en los mercados internacionales.

La industria se resiste a elevar su capacidad

El clima industrial se ha visto reforzado en los últimos meses con una mejora de la cartera de pedidos. Sin embargo, como admiten fuentes del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), los empresarios, en tono conservador, están invirtiendo sólo para reponer existencias y no para aumentar la capacidad instalada. Ello provoca un freno para que la reactivación sea fulminante.El retraso en la toma de decisiones (inversión) se nota, sobre todo en las actividades ligadas a los bienes de equipo.

La construcción sigue imparable

La construcción es uno de los puntos fuertes de la economía, a pesar de que ha ido perdiendo fuelle respecto a ejercicios anteriores.Según las previsiones de la patronal Seopán, el incremento de la actividad se situará este año nuevamente por encima del PIB, 'entre el 3,5% y el 4,5%'.La obra civil es el subsector más dinámico de todos, con una estimación de crecimiento entre 7% y 9%, muy por encima de la edificación residencial (2%) y la rehabilitación y mantenimiento de edificios (4%).

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