La CMT prepara un alza de tarifas que pone en jaque a las nuevas telefónicas
La comisión tiene ya preparada la nueva oferta de interconexión de referencia (OIR), el documento que, con un año de retraso, está llamado a fijar las reglas del juego que regirán la relación de Telefónica con sus rivales en telefonía básica. La pieza clave de esta normativa son los precios de interconexión, es decir, los que las operadoras alternativas pagan al ex monopolio por usar sus redes. Y aquí es donde ha estallado la polémica.
Según han podido saber los principales competidores de Telefónica, el texto de la CMT prevé subidas 'importantes' tanto en la interconexión por capacidad -del orden del 15%- como en el desborde.
Estas modalidades de interconexión fueron aprobadas en la última revisión de la OIR, en 2001, pero sólo comenzaron a aplicarse a partir de enero de 2003. Gracias a ellas, los operadores pueden emular los descuentos y tarifas de Telefónica basadas en el concepto de tarifa plana, ya que el desembolso no se realiza por minuto, sino que se compran volúmenes.
æpermil;ste fue precisamente el argumento que utilizó la CMT cuando aprobó la modalidad de interconexión por capacidad. Seis meses después de su implantación, parece decidida a dar marcha atrás.
Con esta información, cinco de los principales operadores del mercado, Uni2, Jazztel, BT, Colt y Comunitel han hecho frente común para intentar evitar esta subida de precios, que podría incluirse en el orden del día del consejo de la CMT de mañana.
'Si el alza de precios llegara a aprobarse, se habrá atacado directamente la línea de flotación de los operadores que compiten con Telefónica', explican fuentes de los damnificados, que ya han enviado una carta a la CMT con su postura. Porque otra de las críticas es la falta de transparencia con la que se han fijado los precios de la OIR. A diferencia del documento, no los ha pasado a consulta, 'lo que supone una clara vulneración' de las normas.
Las críticas alcanzan también a un ámbito que siempre cuestiona Telefónica: la inexistencia de un marco regulador estable que permita hacer planes de negocio a medio plazo.
La CMT rehusó ayer comentar la medida, aunque fuentes del sector aseguran que el objetivo es primar la inversión. Así, Telefónica se vería beneficiada y Auna, por el alto peso del cable que tiene tras la fusión, saldría sólo ligeramente perjudicada. El resto del sector, sin embargo, señala que esta medida penalizará las inversiones de todos, ya que el efecto que tendrá en sus finanzas impedirá grandes desembolsos.