El Nasdaq abandera el nuevo tirón alcista de Wall Street
El largo puente del 4 de julio recargó las pilas de los inversores estadounidenses, que ayer se abalanzaron sobre la renta variable motivados por un posible dividendo de Microsoft y las esperanzas de que el despegue económico empiece a notarse en el segundo trimestre.
La oleada de optimismo benefició especialmente al Nasdaq, que ganó un 3,47%, tanto por Microsoft como por los buenos resultados en las empresas de semiconductores. El Dow, por su lado, subió un 1,62, alza que permite al indicador de la Bolsa neoyorquina afianzarse por encima de los 9.000 puntos.
Pero en Wall Street saben muy bien que las alzas de ayer pueden ser una fiesta efímera si la avalancha de resultados empresariales que se conocerán esta semana no cumplen con las expectativas del mercado. Las citas más importantes en este calendario incluyen a Alcoa (hoy), Yahoo y Genentech (miércoles) y General Electric (viernes).
La posibilidad de que Microsoft destine 10.000 millones de dólares a repartir entre sus accionistas eclipsó cualquier otra noticia empresarial de Wall Street. El rumor, ni desmentido ni confirmado por la compañía, dejó unas ganancias del 3,85% en el valor.
Microsoft tiró del resto de los valores tecnológicos, tanto los del Dow como Hewlett-Packard (+3,29%) e IBM (+2,56%), como los del Nasdaq. En este último mercado, otro protagonista fue el mayor fabricante de chips del mundo, Taiwan Semiconductor Manufacturing, que subió el 9,8% tras presentar unos resultados que superaron las expectativas, lo que hace pensar a algunos expertos que el gasto en tecnología está comenzando a repuntar.
Las fusiones y las mejoras de recomendaciones en algunos valores tecnológicos provocaron ayer en Europa una repentina marea de optimismo que llevó a los principales índices europeos a subidas cercanas al 2,5%. El que más ganó, el AEX de Amsterdam (+4,63%).
El sector de materias primas con un avance del 4,75% fue uno de los artífices de las subidas. El anuncio de una opa por parte de la canadiense Alcan, el segundo mayor productor de aluminio del mundo, sobre la francesa Pechiney provocó que esta última se disparara un 23,4%. La noticia impulsó al resto del sector, como a la alemana ThyssenKrupp (+4,58%) y a la española Acerinox (+3,81%).
Otra historia de fusiones impulsó a la Bolsa alemana. Según la prensa alemana, Volkswagen (+1,31%) está en conversaciones con la aseguradora Allianz para hacerse con la participación que tiene en el fabricante de camiones MAN. Esta última subió el 4,76% y Allianz ganó el 2,49%, ya que de cerrarse la operación se desprende de un activo no estratégico.
El otro motor del mercado fueron las alzas de las compañías tecnológicas. Un informe de Deutsche Bank que pronosticaba una recuperación más rápida de lo previsto de las compañías de semiconductores corrió por las mesas de negociación de medio mundo. Comenzó en Japón, donde impulsó un 12,61% a Toshiba, y continuó en Europa, con avances del 7,55% para Infineon, y concluyó en EE UU, donde Intel llevó la voz cantante.
Por otro lado, la holandesa Philips subió el 8,86% tras conocerse que su filial Taiwan Semiconductor Manufacturing ha presentado unas ventas de junio que han batido las más previsiones optimistas. La caída del euro frente al dólar en las últimas semanas también ha facilitado que las empresas exportadoras, como Philips, o las alemanas SAP (+5%) o Bayer (+6,49%) registraran ayer notables repuntes.
El Banco Central de Brasil publica mañana las últimas cifras de inflación (de junio) que pueden ser clave en su próxima decisión sobre los tipos de interés. Los expertos son optimistas y esperan que los precios sufran un recorte notable que permita a la autoridad monetaria una rebaja de entre 0,5 y 1,5 puntos del precio del dinero en su próxima reunión, prevista para el 22 y 23 de julio. El optimismo se trasladó a la Bolsa y el índice Bovespa subió ayer el 0,97%.