El precio final del agua cubre el 30% del coste de obtenerla y canalizarla
El precio medio que paga el consumidor por un litro de agua cubre únicamente el 30% del coste de obtenerla y canalizarla hasta los hogares, según explicó ayer en Barcelona, Jamal Saghir, director de Energía y Agua del Banco Mundial. Así, la mayor parte del coste que supone el consumo de agua potable recae en el sector público.
Durante su intervención en las jornadas El coste real del agua, organizadas por la Agencia Catalana del Agua de la Generalitat de Cataluña y el Banco Mundial, Saghir aseguró que el principal problema del agua es que su distribución no está bien gestionada. 'Normalmente estamos más preocupados por el hecho de que se trate de un recurso escaso, pero con una buena gestión del agua que tenemos no habría problemas de abastecimiento', explicó.
Según datos del Banco Mundial, una media del 50% del agua que se suministra a zonas urbanas se pierde durante su canalización. 'En algunas zonas esta tasa llega hasta un 70%', matiza Saghir. En estas pérdidas se incluye tanto el agua que se escapa físicamente por las canalizaciones como las llamadas 'pérdidas administrativas', término con el que se designa el agua que sale de la red, pero del que, por un motivo u otro, no se obtiene ningún ingreso a cambio. 'Aunque en los países desarrollados parezca increíble, hay muchas zonas del mundo en las que las empresas distribuidoras ni siquiera llegan a emitir una factura, por lo que no se puede exigir al consumidor que pague', contó Saghir.
A juicio del directivo del Banco Mundial, el precio del agua debería incluir como mínimo el coste de explotación y, según el nivel económico del país, tendría que abarcar progresivamente los demás costes financieros asociados.
Una vez se ha conseguido mejorar la gestión, 'el precio es una herramienta muy importante para lograr la reducción de la demanda', explicó Saghir. 'Cuanto más cara es el agua, más disminuye su consumo'. Se da la paradoja de que algunos países pobres pagan lo mismo por el agua que los desarrollados, esto es, un dólar por metro cúbico. Pero hay países, como Tanzania, en los que esto supone el 10% de los ingresos familiares.
Alemania y Holanda son los países europeos en los que más se paga por el agua. En Berlín un metro cúbico cuesta tres euros. En Cataluña el consumidor desembolsa 1,02 euros por metro cúbico.