Lula impulsa los microcréditos para 30 millones de trabajadores
Seis meses después de llegar al poder, el Gobierno brasileño de Lula continúa con sus reformas destinadas a los más desfavorecidos. El País asegura hoy que, mediante la expansión del crédito y la reducción de los intereses, casi 30 millones de trabajadores van a poder abrir una cuenta bancaria sin más requisitos que presentar su carnet de identidad. Los pequeños préstamos irán de 70 a 300 euros, a un interés mensual del 2% según el diario, frente a tasas del 150% anual que se pagaban hasta ahora.
De esto modo, el 2% de los depósitos a la vista recibidos por los bancos deberán ser dirigidos al minicrédito, por un importe total de unos 500 millones de euros mensuales- El País estima que la medida, aunque voluntaria, podría ser un castigo para las entidades, ya que la no concesión de dichos minicréditos redundaría en un depósito del dinero en el banco central sin remuneración alguna. No obstante, un banco puede transferir recursos para otro aplique la medida.
Inclusión social y confianza
Las nuevas medidas del Gobierno, que permiten a casi 30 millones de personas ser ciudadanos a pleno título sin tener que ostentar un trabajo fijo o un patrimonio, han sido consideradas por los sociólogos como la más importante, en materia de inclusión social, después de la abolición de la esclavitud en 1888.
Según una encuesta difundida hoy por la edición online del Folha de Sao Paulo, muchos de los 175 millones de brasileños que creyeron en el presidente de origen obrero cuando se presentó a las elecciones aún confían en él. El estudio revela que Lula mantiene más o menos la misma popularidad que tenía hace tres meses, cuando cumplió 100 días en el gobierno con una aprobación de 43%. No obstante, en el ámbito conómico, principal dolor de cabeza de su administración, ha crecido la percepción de que el gobierno es una continuidad de la línea adoptada por Cardoso.
Lula solía denunciar el contenido "usurero, neoliberal y monetarista" de la política económica brasileña, a la que culpaba de haber fomentado el desempleo y el estancamiento de la economía. Analistas económicos coinciden en que Brasil está atado a estas medidas monetaristas de altos intereses, dada su alta dependencia a capitales internacionales y al Fondo Monetario Internacional, informa EFE.