Lula pide un nuevo orden económico mundial para combatir la pobreza
El presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, está dispuesto a llevar su cruzada contra la pobreza más allá de las fronteras brasileñas. Lula, ante la flor y nata de la comunidad política y empresarial de las primeras potencias, reunidas el pasado fin de semana en Davos en el Foro Económico Mundial, propuso 'la creación de un Fondo Internacional, constituido por los países del G-7 y estimulado por los grandes inversores internacionales para luchar contra la miseria y el hambre en el Tercer Mundo'.
Lula, que en su toma de posesión como presidente de Brasil se comprometió a terminar con el hambre en su país, abogó también 'por el libre comercio, pero un libre comercio que se caracterice por la reciprocidad'. Según el mandatario brasileño, de poco sirven los esfuerzos del Tercer Mundo si los países ricos 'siguen predicando el libre comercio y practicando el proteccionismo'.
La denuncia de Lula fue muy parecida a las que realizaron otros presidentes latinoamericanos presentes en Davos, como el peruano, Alejandro Toledo.
Aunque no dio más detalles sobre la propuesta de creación de un fondo contra la pobreza, el presidente brasileño se convirtió en la verdadera estrella del encuentro de Davos. En este sentido, Lula fue ovacionado en varios momentos por los cientos de personas, entre ellos empresarios y políticos de todo el mundo, que llenaban ayer el gran salón del Centro de Congresos de la ciudad suiza.
El interés que ha despertado el presidente de Brasil en Davos contrasta con el recelo con el que fue recibido por algunos inversores cuando ganó las elecciones presidenciales en Brasil. Conscientes del pasado sindicalista de Lula, algunos inversores internacionales temen que las propuestas del mandatario acaben siendo un simple discurso populista y dañen aún más la maltrecha economía de Brasil.
En una clara referencia a los movimientos especulativos por parte de algunos de estos inversores, que en el pasado han infligido serios reveses a las finanzas de algunos países latinoamericanos, Lula pidió a los países más ricos del mundo un mayor compromiso con los procesos de reconstrucción económica. 'Las transformaciones del orden económico mundial deben pasar también por una mayor disciplina en el flujo de los capitales, que se desplazan por el mundo obedeciendo a simples rumores y especulaciones subjetivas, que no tienen fundamento en realidad', señaló el presidente brasileño.
Respecto a las reformas que va a emprender en su país, da Silva reconoció que 'urge que Brasil promueva la reforma agraria y recupere el crecimiento económico para distribuir de una mejor forma la renta'. Para ello, agregó el presidente brasileño, su Gobierno está en proceso de establecer 'reglas económicas claras, estables y transparentes y combatiendo de modo implacable la corrupción'.
Venezuela
Por otro lado, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, advirtió ayer en la ciudad brasileña de Porto Alegre que su Gobierno no se ha fijado una fecha para levantar el control de cambios sobre el bolívar, aplicado en medio de la drástica caída de la producción petrolera de su país.
'No sabemos hasta cuando lo tendremos que mantener', dijo Chávez en la localidad brasileña de Porto Alegre, en un acto paralelo a los del Foro Mundial Social. El control de cambios es el colofón de una serie de medidas económicas tomadas para contrarrestar los efectos de la huelga -ayer volvió a haber manifestaciones masivas en su contra- auspiciada por grupos opositores.