La industria musical se prepara para demandar a los consumidores de piratería en la Red
Hartas de luchar en vano contra los grandes sitios gratuitos de música en la Red, los grandes sellos discográficas estadounidenses se pertrechan de pruebas para demandar a quienes "mayor daño" causan a la industria: los usuarios de redes P2P que distribuyen de forma ilegal un número sustancial de archivos musicales a millones de usuarios. Sólo en España, las ventas de discos cayeron un 19% en el año 2002, según alertó ayer la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), principal plataforma de lucha antipiratería en ese país.
La decisión tomada hoy se presenta como una "defensa a los grandes artistas del mundo" mediante un ataque a los distribuidores a través de sitios como KazAa, Morpheus o Grokster, que tomaron el relevo de Napster, cerrado por orden judicial en junio de 2001.
La Asociación estadounidense de la Industria del Disco (RIAA, por sus siglas en inglés) comenzará hoy a "juntar pruebas y preparar demandas judiciales contra usuarios individuales de ordenadores que proponen compartir importantes cantidades de música protegida (por los derechos de autor), algo ilegal, a través de las redes de intercambio de particular a particular", dijo la entidad en un comunicado oficial. Exigirá a los proveedores de Internet que proporcionen las identidades correspondientes a los números de los ordenadores detectados en esas actividades. En poco más de mes y medio, RIAA empezará a presentar demandas por valor de 150.000 dólares contra determinados individuos, avisó el presidente de la asociación, Cary Sherman.
'Grupo selecto'
RIAA no pretende demandar a todos los usuarios de los programas P2P, sino sólo a un grupo selecto que se estima es el que más agravio produce a la industria discográfica. Aunque las demandas podrían situarse en el orden de los miles, los "distribuidores al por mayor" están situados en primer lugar del punto de mira, delante de los que descargan la música para su propio uso, indicó la RIAA para calmar las preocupaciones de los padres de miles de adolescentes que prefieren el PC para escuchar a sus grupos favoritos a bajo precio. "Que nadie se equivoque. La ley es muy clara. No importa si se llama compartir, trueque o intercambio. Y no importa si no hay operación monetaria de por medio. Cuando en Internet se distribuye sin permiso música con derechos de autor, lo que se está haciendo es robar. Y si te pillan robando, podrías enfrentarte a demandas civiles y legales", amenazó Sherman.
Hace tan sólo dos días, EEUU y la Unión Europea alcanzaron un acuerdo en Ginebra, por el cual Washington indemniza con 3,3 millones de dólares a la UE, por su "deficiente protección de los derechos de autor". Según expertos europeos, más de la mitad de bares y restaurantes del otro lado del Atlántico ponen discos con sus músicos sin la correspondiente licencia para remunerar los derechos de autor, lo que está considerado como piratería.