La Fed inicia un encuentro de dos días marcado por el posible recorte de tipos
La Reserva Federal de EEUU (FED) comenzó hoy una reunión de dos días preocupada por los riesgos de una posible deflación, en la que la mayoría de los inversores espera otro recorte de los tipos de interés hasta su nivel más bajo desde 1958.
Los expertos anticipan un nuevo recorte de los tipos, que estaría destinada a dar impulso a una economía debilitada, que aún no ha repuntado desde el período previo a la guerra contra Irak, cuando una mayor incertidumbre afectó el nivel de actividad. Todos los analistas prevén que el comité terminará su reunión el miércoles con un recorte de los tipos de al menos 25 puntos básicos. Según un sondeo de Reuters, Los agentes financieros de bonos que operan directamente con el banco central están divididos sobre la magnitud que tendría la rebaja de los tipos.
Un factor que los funcionarios de la Fed tendrán en cuenta, es la posibilidad de que la economía estadounidense sufra una caída de precios, un peligro que los miembros del comité han considerado como algo remoto, pero preocupante.
En mayo, el Indice de Precios al Consumo (IPC) de EEUU subió un 0,3%, después de un incremento del 0,1% en abril, pero aun así la Reserva Federal explicó que su mayor preocupación en este momento es el riesgo de una caída general de precios. Así, el conjunto de indicadores económicos muestra una economía que parece a punto de retomar su ímpetu, pero sigue empantanada en incertidumbres y bajo la sombra del creciente déficit del Gobierno federal, la deuda nacional y el déficit comercial.
El Gobierno calcula que en el segundo trimestre la economía de EEUU crecerá un 3,3% y en el cuarto un 3,5%. Los mercados de valores parecen reflejar esta recuperación, y los precios han subido durante semanas, con el índice S&P 500 ganando casi un 12% en lo que va de año.
La situación económica y, en medio de indicadores ambiguos, la percepción pública sobre ella han adquirido especial importancia ante las elecciones generales de noviembre del próximo año, en las que el presidente, George W. Bush, buscará un segundo mandato.
Bush insiste en que la reducción de impuestos, que tendrá otro empujón a partir de julio, alentará a los consumidores, cuyo gasto representa el 70% del PIB de Estados Unidos.
Pero, a más largo plazo, la política monetaria generosa de la Reserva Federal -que ha estimulado en particular la construcción y venta de casas con intereses hipotecarios muy bajos- aparece bajo la amenaza de un riesgo ya señalado por Greenspan: el déficit del Gobierno y el endeudamiento nacional.